La nueva vida en Cristo.
(Efesios 4:17-24).
Vivimos en un tiempo en que dentro de las iglesias existen una gran
cantidad de personas que profesan ser cristianas pero cuya fe es una
mentira, personas que siguen en sus mismas actitudes por el pecado y
que están viviendo una doble vida (dando una cara amable en la
iglesia pero otra muy distinta fuera de ella). Ellos creen que están
bien solo porque alguna vez hicieron una profesión de fe, pero nunca
se detienen a considerar el hecho de que están viviendo una mentira.
Ante esta situación tan generalizada es difícil saber a simple
vista quienes realmente son cristianos y quienes están fingiendo
solamente, y peor aun quienes han llegado a creer su propia mentira
pensando que son salvos sin serlo. La evidencia de la salvación es
una vida nueva, una vida transformada por Cristo. ¿Has cambiado tu
vida vieja por la nueva vida en Cristo?
En una película que trata sobre los horrores del holocausto Nazi.
Hubo una escena que llamó mucho mi atención. Era sobre un
sobreviviente judío, quien había logrado esconderse entre los
escombros y estaba en espera de que el ejército ruso entrara a la
ciudad para poder ser liberado. Cuando por fin esto sucedió el pobre
hombre se acercó hacia unos civiles, quienes huyeron de él gritando
“Un soldado alemán, un soldado alemán” Los rusos al oír esto
abrieron fuego contra él. Desesperado el pobre hombre corrió a
esconderse de nuevo, mientras los militares rusos le seguían
disparando.
- Salga de ahí le gritaban.
- No disparen, no disparen soy judío, soy polaco. Contestaba el
otro. Cuando finalmente le permitieron salir de su escondite sin
hacerle daño, le preguntaron.
- ¿Si eres judío? ¿Por qué traes ese abrigo?
A causa del frío aquel sobreviviente judío traía puesto encima el
abrigo de un oficial del ejército Nazi. Esto había provocado que
los rusos le confundieran y estuvieran a punto de matarle. Para
evitar el incidente aquel hombre debía haberse despojado primero de
su abrigo. Lo
mismo sucede hoy día, muchas personas profesan ser cristianas pero
siguen viviendo de acuerdo a su vida vieja, tienen el atuendo del
viejo hombre, de tal manera que no se nota en ellos una diferencia
entre el antes y después de profesar su cristianismo. Por tal
motivo deseo que entiendan, que el cristianismo es un llamado a una
vida nueva, la vida vieja se debe quedar atrás, y en adelante la
constante en nuestras vidas debe ser la búsqueda de una vida limpia
y santa, sin relación con nuestros antiguos pecados.
“Porque Dios nos llama a dejar la vida vieja de pecado, Tú
debes andar en vida nueva”.
Y como primer punto tenemos lo siguiente.
I.- Tú debes andar en vida nueva porque el Señor nos ordena
abandonar la vida vieja de pecado.
(vv. 17-19)
Mira lo que dice el texto:
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya
no andéis como los otros gentiles, que andan en la
vanidad de su mente”. (v. 4:17)
El apóstol Pablo llama a los creyentes a no vivir más como el resto
de las personas que no conocen a Dios. Así que en un ejercicio de
honestidad debes preguntarte, con sinceridad, ¿Tu vida es diferente
al resto de las personas que no conocen a Dios?
¿tus anhelos en la vida son distintos a los de los jóvenes que te
rodean? ¿Cómo saberlo?
El apóstol Pablo define cómo es la vida de aquellos que no conocen
a Dios.
-
Los hombres sin Dios andan con la mente vana. (vv. 17-18)
En primer lugar el apóstol Pablo nos dice que los no-creyentes andan
con una mente vana. Es decir con una mentalidad hueca, que va tras
las modas y tendencias superficiales de la vida. La gente que no
conoce al Señor no tiene en orden correcto las prioridades de la
vida, ellos le conceden un gran valor a lo que no lo tiene. Esto era
una realidad entre los hombres de los tiempos del apóstol Pablo pero
desgraciadamente es una terrible realidad también en nuestros días.
A veces me sorprendo mucho al ver lo que la gente escribe cuando
llena sus perfiles en las páginas de redes sociales, como Facebook
o Twitter. A continuación enumero algunas de las que más me han
sorprendido.
* Cosas sin las que no puedo vivir: “mi cel, mi ipod y un
frapé”
* Ejemplo a seguir: Justin Bieber.
* Película de comedia: Una película de huevos.
* Un hobbie: pasar el fin (de semana) con mi amigovio.
Hasta aquí nadie podría tomarse estas cosas en serio pero los
comentarios continúan.
* El libro qué más te haya cautivado en la vida: “My
Kampf”. (“Mi lucha” Libro escrito por Adolf Hitler)
* Una serie: Family guy. (Una serie de dibujos animados que
expone lo peor de la cultura norteamericana. Uno de los personajes
favoritos del público es Stewie, un bebé con tendencias
homosexuales)
* Una canción: The end, del grupo The Doors. Dicha canción
contiene una parte que hace referencia al mito de Edipo. Cuando John
Morrison la cantaba solía taparse los ojos y luego exclamar:
- Padre.
- Si hijo, contestaba él mismo.
- Quiero matarte.
La segunda línea es aun peor, ahí Jim Morrison exponía su deseo
“deshonrar” a su madre, mientras sonreía burlonamente.
Desgraciadamente es este tipo de cosas las que están en la mente de
aquellos que no conocen a Dios. El hombre tiene una mente vana y un
pensamiento entenebrecido en donde el conocimiento de Dios y su
respeto hacia él y al prójimo brillan por su ausencia.
-
Los hombres sin Dios andan con el corazón endurecido. (V. 18)
Aparte de tener una mente vana, el apóstol Pablo muestra que los
hombres sin Dios están ajenos de la vida de Dios, por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su
corazón.
Algunos podrían argumentar entonces que el hombre es malvado y vano,
pero también inocente, pues su vanidad es debido a su ignorancia de
las cosas de Dios; sin embargo, es importante señalar que dicha
ignorancia no es porque Dios no le haya revelado su palabra a la
humanidad, sino que la razón por la cual el hombre vive sumido en su
ignorancia es porque él ha endurecido su propio corazón. ¡Es
porque vez tras vez han escuchado el mensaje de salvación
y vida eterna en la persona de Jesucristo de
Nazareth, pero ellos han decidido darle la
espalda! Así que más que inocente el
hombre es culpable por rechazar al Hijo de Dios y decidir
voluntariamente permanecer en ignorancia espiritual.
En cierta ocasión, una
persona a quién yo le testificaba me dijo “yo prefiero no saber
nada de la Biblia” Entonces al preguntarle cual era la razón de
dicha actitud él me respondió: “es que yo pienso que si no sé
nada de la Biblia voy a tener menos culpa cuando esté delante de
Dios”
Pero yo os digo, no penséis que vuestra ignorancia os hará
inocentes delante de Dios, antes bien esto les acarreará mayores
culpas, pues el que rehúsa creer en el hijo no verá la vida, sino
que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)
Contrario a lo que muchos piensan, la ignorancia no les hace menos
culpables sino que los arrastra a una condición peor. Es
interesante saber que la palabra griega que el apóstol Pablo usa
para describir la dureza del corazón del hombre es “porosin”, la
cual indica un endurecimiento de la piel que surge por una constante
de fricción. Es decir una callosidad. Lo cual concuerda muy bien con
el siguiente versículo:
“Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se
entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de
impureza”. Efesios 4:19
El hombre al rechazar, vez tras vez, la revelación del evangelio de
Jesucristo se va haciendo cada vez más insensible; la callosidad de
su corazón le hace insensible al pecado y su insensibilidad lo
arrastra para hundirse en pecados que se van haciendo más y más
vergonzosos.
Hace tiempo estuve en un funeral, era de un joven que se había
suicidado. La familia lloraba desconsoladamente y no podían dar
crédito a lo sucedido. Se preguntaban qué era lo que pudo motivar a
su querido hijo a escapar por la puerta falsa. Él era un “muchacho
normal” iba a los antros de vez en cuando “como todos los demás”
y sí, ciertamente tenía algunas amistades que no les inspiraban
confianza, entre ellos un joven homosexual, pero “nada fuera de lo
normal”, algunas veces no llegaba a dormir a casa, pero nada de qué
preocuparse. Cuán terrible fue su sorpresa cuando días más tarde
encontraron una nota en la que el joven declaraba que se suicidaba
porque no podía vivir sin “el amor su vida” que era precisamente
aquella amistad homosexual que no era “nada fuera de lo normal”.
¿Padres de familia han considerado en que caminos andan vuestros
hijos? ¿Están seguros que no andan siguiendo la vanidad de este
mundo? No esperen a verles muertos para empezar a preocuparse.
¡Qué tristeza me produce mencionar estas cosas!
pero queridos hermanos y amigos lo hago por su bien, porque deseo
que abran los ojos a la verdad y escapen de su propia perdición! por
eso te instó a ti que vives lejos de Dios:
* Ven a una vida nueva, abandona esa vida de pecado terrible
que llevas.
No importa cuanto sientas que te has hundido en el fango del pecado,
si vienes arrepentido a los pies de Jesucristo todos tus pecados
serán perdonados.
No importa si te sientes indigno delante de Dios, Él te ofrece
salvación y vida eterna. Si vienes dolido por tus pecados y
deseas dejar atrás esa vida de pecados, Él te ofrece su
perdón.
Dios tiene una vida nueva para ti, una vida limpia. Él te ofrece un
nuevo caminar: ¡Una vida libre de pecado en su amado Hijo Jesús de
Nazareth! Como está escrito:
“De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las
cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2
Corintios 5:17)
II.- Tú debes andar en vida nueva porque esa es la
característica de un verdadero creyente. (vv. 20-21)
Ahora quiero referirme a ti querido amigo, tú que te llamas a ti
mismo “cristiano” pero que vives como los hombres del mundo, tú
que “has aceptado a Jesucristo como tu salvador” pero que también
gustas de visitar los antros de vicio, como “algo normal"
igual a los otros jóvenes de tu edad. Tú que los sábados
andas metido en borracheras, pero el domingo estas ahí, puntual a
las puertas del templo. Tú mi querido amigo te estás
engañando a ti mismo. Si en verdad eres cristiano
deberías andar en vida nueva, porque un verdadero creyente no
aprendió tales maldades de Jesucristo. Mira lo que Pablo escribió
en los siguientes versículos.
“Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo”
(v. 4:20)
Es claro que esta carta está dirigida a creyentes;
sin embargo, no quiero que pases por alto lo que el siguiente
versículo agrega:
“Si en verdad le habéis oído, y habéis
sido por él enseñados, conforme a la verdad que
está en Jesús”.
Tú dices que eres salvo porque oraste una oración al final de algún
folleto, o porque en tu Biblia anotaste la fecha en que aceptaste a
“Cristo en tu corazón” ¿Pero sabes cuál es el problema? Si tu
vida no está cambiando, si no estás andando en santidad, si sigues
viviendo en tus pecados de siempre, lo más seguro es que tú no seas
un verdadero creyente.
La razón por la que Pablo después de describir las maldades del
hombre sin Dios, dice “Mas vosotros no habéis aprendido a sí a
Cristo” Es porque desea marcar un claro contraste entre la vida
del creyente y la vida del incrédulo. Así que si tú profesas que
Jesús es tu Señor pero tu vida no ha cambiado en nada, si sigues en
borracheras, blasfemias, adulterios, fornicación, pornografía,
etc. ¿dónde está el contraste que debería haber en tu vida?
Querido amigo, la salvación no es una simple oración al final de un
folleto, no es que simplemente acudas a alguna iglesia y des tus
diezmos. La salvación es una obra sobrenatural, de tal manera que el
pecador se acerca profundamente arrepentido a los pies de Jesucristo,
y en un momento maravilloso, Dios obra en él la salvación. El
hombre que es salvo sabe que no es el mismo, Dios le trasformó, Dios
le regeneró y esa es la razón por la cual su vida empieza
a cambiar. Como está escrito:
“De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las
cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2
Corintios 5:17)
En tercer y último lugar.
III.- Tú debes andar en vida nueva porque Dios
desea que atiendas las enseñanzas que él nos ha dado.
Ahora el apóstol Pablo retoma sus palabras y nos enseña:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad” Efesios 4:22-24.
Algunos estudiosos señalan que lo descrito en estos versículos no
son imperativos. Es decir no son órdenes dadas al creyente. Estamos
de acuerdo con esa postura, pero eso no significa que el creyente
tiene licencia para vivir en la maldad. Lo que Pablo esta haciendo
aquí es tomar una metáfora del vestir y desvestirse de la ropa,
para describir lo que debe ser en la vida de los creyentes, aquellos
que hemos aprendido de Cristo. Y lo expresa de la siguiente manera:
A).- Despojados del viejo hombre. El hombre que viene al
Señor Jesucristo es despojado de los harapos del pecado. Dios mismos
se encarga de quitarle esas vestiduras viles y le da nuevas ropas.
Aquel que era un borracho maldiciente, pendenciero e irresponsable;
viene a ser un querido hijo de Dios, un hombre nuevo, sobrio. Tal
transformación ocurre de verdad cuando Dios salva al hombre.
Se cuenta la historia de un hombre terrible, en algún poblado de
China. Él era el azote del pueblo, fumaba opio y era extremadamente
violento, tanto que aun sus enemigos le temían, pero un día
escuchó el maravilloso evangelio de Jesucristo de Nazareth y Dios
trasformó su vida totalmente, de pronto, aquel ya no era un ladrón
drogadicto que andaba tambaleándose por las calles, ahora era un
hombre limpio y sobrio que iba a la iglesia con su Biblia bajo el
brazo, su cambio fue tan radical que todos en el pueblo quedaron
maravillados. Un día un misionero llegó a ese poblado y queriendo
compartir el evangelio preguntó a un pueblerino ¿Alguna vez ha oído
usted el evangelio? Entonces el interrogado contestó. No, pero he
visto el evangelio. La vida de aquel hombre había impactado tanto a
la comunidad que no había necesidad de palabras, la gente miraba en
aquel ex-ladrón y drogadicto lo que el evangelio de Jesucristo es
capaz de hacer en la vida del más terrible de los pecadores. ¿No te
gustaría que tu vida también fuera transformada?
B).- Renovados en nuestra mente. Asimismo cuando Dios salva a
un hombre también renueva su mente. La mente carnal y malvada
se aleja de nosotros y recibimos la mente de Cristo. (1Corintios
2:16). Ahora podemos indagar en la palabra de Dios y tenemos la
capacidad para discernir las cosas espirituales. Tal es la condición
de los hombres renovados en Cristo. Esto marca un gran contraste con
los perdidos. Ellos andan en la vanidad de su mente, ocupándose de
cosas sin importancia, en tanto que el creyente tiene sus prioridades
en orden, él considera que Jesús es lo más importante en su vida.
Querido amigo. Tú necesitas ser renovado en tu mente por el poder de
Dios. Lo que tú creas acerca de Dios determinará tu destino por
toda la eternidad. Si en este momento Dios esta abriendo tu
entendimiento y comprendes que necesitas a Jesucristo, no tardes más.
Ven suplicante al Hijo de Dios, no temas lo que tus amigos podrían
pensar acerca de ti, ellos andan en la vanidad de su mente pero tú
debes poner en orden tus prioridades, no dejes escapar la oportunidad
de encontrar la salvación y una vida nueva en Jesucristo.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que
esta cercano”.
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios
nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)
C).- Vestidos del nuevo hombre.
Y en este último inciso, déjame decirte que en Jesucristo podrás
ser revestido en un hombre nuevo. Esa es la vida que Jesucristo
promete a los que vienen a él.
- No importa cuán bajo pienses que hayas caído, no importa cuánto
tiempo anduviste viviendo en las tinieblas.
- No importa cuanto el pecado haya puesto sus horribles garras sobre
ti. Dios promete hacer de ti un hombre nuevo, una mujer nueva. Él
perdonará tus pecados, limpiará tu alma con agua limpia y enjugará
toda lágrima de tus ojos.
- A ti que estás agobiado por tus maldades, a ti que te persiguen
los horribles recuerdos de tu pasado, a ti que anhelas suplicante el
perdón de tus pecados, a ti que estás arrepentido de tu maldad,
Jesucristo te llama diciendo “Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados y yo os haré descansar”. Así que ven, deja
tus cargas en los fuertes hombros del Señor. No temas lo que los
demás opinen sobre ti. Para Dios ya no serás más un borracho, un
homicida, una hija que causa vergüenza o un ladrón, para Él ahora
serás un hombre nuevo, una mujer nueva. Él quitará tus ropas
viejas y te dará nuevas vestiduras para sentarte en los lugares
celestiales al lado de su querido Hijo Jesús de Nazareth.
Conclusión:
Se dice que el famoso filósofo francés, Voltaire se dio cuenta de
que uno de sus amigos el doctor Samuel Clarke siempre pronunciaba el
nombre “Dios” con un aire de contemplación y de gran respeto.
Extrañado por esta solemne actitud Voltaire le preguntó:
- ¿Por qué usted siempre menciona con tanta reverencia el nombre de
la Divinidad?
-Insensiblemente me he acostumbrado a hacerlo así, a causa de mi
larga amistad con el señor Newton, respondió seriamente Samuel
Clarke. Entonces Voltaire agregó:
-Esta costumbre, en verdad, es una que todos los hombres deben tener.
La vida limpia y santa de Sir Isaac Newton, descubridor de la ley de
gravedad, había impactado tanto la manera de pensar de las personas
incrédulas con las que hablaba; que aun en su ausencia, cuando
mencionaban a Dios lo hacían con tanta reverencia. Qué nuestra vida
nueva en Cristo pueda tener el mismo impacto. Dios les bendiga.