El
libro de Apocalipsis es uno de los libros de la Biblia que más
interés ha despertado, no solo entre los cristianos sino aun en
aquellos que no profesan serlo. En su deseo de saciar su curiosidad
por el futuro de este mundo, la gente acude a la lectura de éste
libro. Desgraciadamente existe mucha desinformación al respecto.
Para algunos el solo hecho de mencionar la palabra Apocalipsis les
trae a la mente imágenes de caos, confusión, y terribles
catástrofes para la humanidad; sin embargo, el propósito de Apocalipsis y de éste estudio no es el de ser sensacionalista, sino el de
revelar los eventos futuros (que si bien describen algunas de las más
grandes calamidades jamás vistas por el hombre nosotros lo analizamos desde un punto de
vista esperanzador) a fin de dar una sana advertencia y estar
preparados para lo que nos deparan los planes de
Dios.
Uno
de los temas que más inquietan a los lectores y estudiosos de las
profecías bíblicas es el concerniente a los cuatro jinetes del
Apocalipsis. A continuación trataremos de dar una explicación
sobria y objetiva a ésta profecía.
1.
CUATRO JINETES QUE SE REVELAN AL ABRIR
LOS SELLOS.
Para empezar debemos señalar que la profecía que nos ocupa se encuentra descrita en el libro de Apocalipsis capítulo
6 versículos del 1 al 8. Ahí observamos que la Biblia dice lo
siguiente:
Vi
cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro
seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y
he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le
fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
Cuando
abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven
y mira.
Y
salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder
de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le
dio una gran espada.
Cuando
abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y
mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía
una balanza en la mano.
Y
oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía:
Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un
denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
Cuando
abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que
decía: Ven y mira. Miré,
y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre
Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta
parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad,
y con las fieras de la tierra.
Antes de seguir adelante con el tema debemos comprender que el libro de Apocalipsis no es sinónimo de catástrofes,
mas bien su significado es el de REVELACIÓN; es decir, describe la
acción de quitar un velo a fin de hacer visible lo que esta detrás
de él. De esta manera entendemos que la intención del libro es
darnos la revelación del Señor Jesucristo de los eventos finales de
éste mundo, que aunque ahora permanecen ocultos detrás del velo
definitivamente están por desarrollarse; por tanto debemos
mantenernos alerta.
El
pasaje de los cuatro jinetes del Apocalipsis no surge de manera
aislada en las escrituras, sino que es parte de un esquema más
amplio. Podemos observar en el capítulo cuatro la visión que tiene
el apóstol Juan de un trono celestial en el cual se sienta un
Anciano de días y la congregación celestial le adora, este cuadro obviamente nos
presenta a Dios el Padre. Posteriormente en el capítulo 5 aparece
una nueva visión de Dios, esta vez sosteniendo en su mano un rollo (libro) con siete
sellos , un ángel fuerte pregunta ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Pero ninguno
parecía ser digno siquiera de mirar el libro, mucho menos de desatar
sus sellos. Justo cuando todo parece perdido se presenta el Bendito
Hijo de Dios. Él es el único digno de tomar el libro y desatar sus
sellos. La
multitud celestial responde alabando y adorando tanto al Padre
como a su Hijo.
El
Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
Y
a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo
de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí
decir:
Al
que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la
honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Apo
5:13
I)
JESUCRISTO EL ÚNICO DIGNO DE DESATAR LOS SELLOS.
Es
así como llegamos al capítulo 6 versículo 1 y observamos que quien
esta desatando los sellos es nada más ni nada menos que el Cordero
de Dios, es decir, nuestro Señor Jesucristo, quien
habrá de revelarnos los eventos finales de este sistema mundano y
depravado. No en vano el libro se anuncia como La Revelación de
Jesucristo… Apocalipsis
1:1.
Sabiendo
esto ¿No
deberíamos
humillarnos ante la poderosa presencia de Jesucristo el Hijo de Dios?
¿No
debería usted que ha vivido una vida de blasfemias y malos
pensamientos arrepentirse de sus pecados y decidirse a venir al
Señor? Jesucristo
es el dueño de nuestras almas e indudablemente Él es el juez a
quién su Padre ha designado para que nosotros le rindamos cuentas de
nuestras vidas ¿No debería este solo hecho hacerte pensar en
buscar su perdón y reconciliación?
Jesucristo
nos ha revelado lo porvenir y él se presentará para desatar los
sellos del libro.
a)
PRIMER SELLO: El Anticristo.
Ahora
observamos que cuando Jesús abre el primer sello
aparece la visión de un jinete montado en un caballo blanco.
Y
miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un
arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
A
lo largo del tiempo muchos lectores han sucumbido ante el error de
pensar que este jinete representa al mismo Señor Jesucristo. Este
jinete luce montado en un caballo blanco es decir tiene la apariencia
de ser santo, inmaculado y precioso. Y bajo esta apariencia de bondad
logra engañar a muchos usurpando el lugar que solo le corresponde al Amado Hijo de Dios. Pero no nos dejemos llevar por las apariencias, éste no es
sino una maldita falsificación de Satanás para engañar a las
naciones. ¡Éste es el Anticristo mayor! (no solo un anticristo,
pues el apóstol Juan aclara que todo aquel que se opone a Dios es un
anticristo. 1Jn 2:18).
A
fin de que podamos ver con mayor claridad la diferencia entre éste
jinete y el Señor Jesús presentamos la siguiente tabla de
contrastes.
A
lo largo de los siglos la iglesia ha creído que llegará un tirano que habrá de gobernar a muchas naciones del mundo.
El
no será un rey o un gobernante legítimo, será un ser despreciable
que por medio de engaños y componendas se hará con el poder. Por otra parte
el simbolismo del arco nos recuerda a los antiguos pueblos
conquistadores. En tiempos lejanos los arqueros conquistadores eran
aborrecidos por los soldados y señalados como cobardes por luchar a
la distancia y evitar el combate cuerpo a cuerpo. Es así como se nos
señala la cobardía de este sujeto que actuará de manera hipócrita,
engañando a diestra y siniestra para lograr hacerse con el poder, solo
así logrará que le sea dada una corona, es decir el poder de
regir a
muchas
naciones. Como ya se ha mencionado su apariencia será inocente y
pacífica. Hablará de paz a la humanidad y el mundo se volcará
detrás de él, pero él no traerá la paz sino la destrucción y la
guerra a las naciones. De eso se encargará el jinete que le sigue…
b)
SEGUNDO SELLO: El jinete de la guerra.
Cuando
abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven
y mira. Y salió otro caballo,
bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra
la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
A
continuación vemos como el Señor Jesucristo abre el segundo sello
y aparece un jinete montado
sobre un caballo bermejo. Es importante notar los
colores de las monturas de los jinetes pues ello nos revela mucho del
significado de la visión. En este caso encontramos que el segundo jinete
cabalga
sobre un caballo de color rojizo (bermejo), lo cual simboliza
el derramamiento de sangre que va dejando a su paso. Esta explicación concuerda con lo que dicen las sagradas escrituras pues a este personaje se le dio una gran
espada para quitar la paz de la tierra y lograr que los seres
humanos se maten unos a otros. ¡Qué ironía! ¡El mundo desprecia a
Jesucristo el príncipe de paz, pero cuando venga el malvado
anticristo le seguirán aunque los conduzca hacia la
desolación y la guerra!
Nadie
sabe a ciencia cierta cuán terrible será el mundo en esos tiempos
pero Jesús dijo que aquellos días serán de gran tribulación cual
nunca la ha habido en el mundo. Es por eso que hoy es cuando debemos
pedirle a Jesucristo que nos perdone y nos libre de la ira venidera,
que no seamos parte de este sistema malvado que avanza cada
día hacia su depravación.
Es tiempo de reflexionar; simplemente echemos una mirada a este mundo y veamos que es cierto, que la humanidad se desquicia cada vez más. Que la violencia cunde por doquier, que la pérdida del respeto y los valores avanza a pasos agigantados; que los índices de criminalidad se disparan y que tal parece no hay manera de solucionarlo.
Es tiempo de reflexionar; simplemente echemos una mirada a este mundo y veamos que es cierto, que la humanidad se desquicia cada vez más. Que la violencia cunde por doquier, que la pérdida del respeto y los valores avanza a pasos agigantados; que los índices de criminalidad se disparan y que tal parece no hay manera de solucionarlo.
c)
TERCER SELLO. El jinete de la hambruna.
Ahora
llega el turno del tercer jinete y la palabra de Dios dice lo
siguiente.
Cuando
abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y
mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía
una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres
vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis
libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
Como
la Biblia lo indica del tercer sello sale un jinete con una montura
negra y una balanza en su mano, al tiempo que se oye a alguien
pregonando una terrible oferta: Dos libras de trigo por un
denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el
aceite ni el vino.
¿Por
qué decimos que ésta es una terrible oferta? Porque este jinete muestra a un mercader que avanza con una balanza en la mano, es decir, mostrando el índice de
precios de los alimentos para una mínima supervivencia. Repito, no
se anuncian los precios de la canasta básica, sino que apenas se
anuncia la venta de trigo y cebada, es decir cobra un alto precio por solo
un bocado de pan.
En
tiempos del apóstol Juan, quien fue el escritor del Apocalipsis, el
salario normal de un jornalero por un día de trabajo era de un
denario. En otras
palabras: todo un día de trabajo por menos de un kilogramo de
harina. Esto nos muestra la horrible carestía que existirá en
este mundo rebelde y sin Dios. La gente se angustiará debido a la
gran subida de los precios de los alimentos, trabajarán todo un día
por un poco de comida. Será una situación que nunca se ha visto
jamás; es cierto que aun hoy en día la ONU a través de la FAO, no ha logrado
erradicar el hambre sobre la tierra, pero en aquellos días no solo
habrá una hambruna focalizada en algún lugar del mundo, sino una
escalada del hambre a nivel mundial. Nos encontramos entonces frente
al horrible jinete que traerá el hambre y la escasez generalizada al
planeta.
d)
CUARTO SELLO: El jinete de la muerte.
Cuando
abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que
decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que
lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue
dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matarcon
espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
Llegamos
entonces al cuarto sello. Y aparece el
último jinete. La Biblia nos dice claramente que este jinete
simboliza la grave mortandad que habrá en los días de la
tribulación. Es la muerte misma cabalgando a todo galope sobre la
faz de la tierra. Nunca como entonces estará tan ocupada segando las
vidas de los hombres en maneras inimaginables. La gente morirá a
causa de la peste y las enfermedades comunes, del hambre, de la violencia y
aun víctimas de
sus
propios traumas y delirios. La escritura nos dice que aun sus corazones
desfallecerán de terror; angustiados a causa del bramido de
las olas del mar.
Entonces
habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la
tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del
mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las
potencias de los cielos serán conmovidas. Lucas
21:25-26.
Quizá
lo más triste y preocupante respecto a éste jinete es la imagen
siniestra del Hades que sigue detras de él. ¿Qué significa esto?
Para los lectores griegos del tiempo del apóstol Juan, el Hades era
el lugar en donde las almas de las personas iban a parar después de
la muerte. Para los lectores cristianos el Hades era la traducción
del concepto hebreo del Seol, y que con el tiempo hemos llegado a
conocer con la palabra infierno; el cual no es otra cosa más que el
horrible lugar de tormento al cual van a parar todos los condenados,
es decir aquellos que mueren sumidos en sus pecados, lejos de la gracia
bendita de Jesucristo. Asi dice la escritura.
Los
malos serán trasladados al Seol, Todas
las gentes que se olvidan de Dios.
Salmo
9:17.
Esto nos revela la terrible verdad de que aquellas personas que mueran sin Cristo serán encarcelados en el infierno a la espera del espantoso día en que hayan de rendir cuentas a Jesucristo
por sus almas. Como está escrito.
Y
vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros
fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la
vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los
muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada
uno según sus obras. Apo
20:13-12
Es
así como concluye el tema de los jinetes del Apocalipsis, no así la
revelación de los sellos, que termina en el capítulo 8.
Lo
importante ahora es preguntarle a usted amigo lector ¿Qué opina respecto a lo que ha aprendido sobre los eventos finales de
este mundo? ¿Abriga usted una bendita esperanza de paz por medio de
la salvación en Jesucristo o por el contrario aguarda con temor y
preocupación aquellos días? ¿Desea usted ver la culminación de
estas cosas o desearía que Jesucristo jamás regresara a este mundo?
Su respuesta a estas preguntas determina de que lado esta usted. Como
esta escrito:
Y
los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los
poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y
entre las peñas de los montes;
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y
escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y
de la ira del Cordero...
Apocalipsis
6:15.
Contrario
a lo que pudiera pensarse los cristianos no vemos estos eventos con
ansiedad y desconsuelo. Los verdaderos cristianos aguardamos con
paciencia a que todas estas cosas pasen porque al final de todo esto,
la luz de la esperanza del evangelio de Jesucristo se hará realidad.
Jesucristo regresará a
esta tierra, y todos los que hayamos creído en su promesa estaremos
con él.
¿No
le gustaría a usted aguardar también con esperanza en la segunda
venida del Señor a esta tierra? Si es así, usted puede rendir su
corazón a Dios en esta hora. Usted puede venir a Jesucristo y
confiar en él. Pídale en oración que le perdone y que le ayude a
esperar en él. Dios promete que en medio de todas estas cosas su
pueblo estará confiado en él. Pero eso es tema de otro estudio
bíblico.
El
que da testimonio de estas cosas dice:
Ciertamente
vengo en breve.
Amén;
sí, ven, Señor Jesús.
Apocalipsis
22:20
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