sábado, 9 de septiembre de 2017

¿Qué son los Cuatro Jinetes del Apocalipsis?

El libro de Apocalipsis es uno de los libros de la Biblia que más interés ha despertado, no solo entre los cristianos sino aun en aquellos que no profesan serlo. En su deseo de saciar su curiosidad por el futuro de este mundo, la gente acude a la lectura de éste libro. Desgraciadamente existe mucha desinformación al respecto. Para algunos el solo hecho de mencionar la palabra Apocalipsis les trae a la mente imágenes de caos, confusión, y terribles catástrofes para la humanidad; sin embargo, el propósito de Apocalipsis y de éste estudio no es el de ser sensacionalista, sino el de revelar los eventos futuros (que si bien describen algunas de las más grandes calamidades jamás vistas por el hombre nosotros lo analizamos desde un punto de vista esperanzador) a fin de dar una sana advertencia y estar preparados para lo que nos deparan los planes de Dios.

Uno de los temas que más inquietan a los lectores y estudiosos de las profecías bíblicas es el concerniente a los cuatro jinetes del Apocalipsis. A continuación trataremos de dar una explicación sobria y objetiva a ésta profecía.



1. CUATRO JINETES QUE SE REVELAN AL ABRIR LOS SELLOS.

Para empezar debemos señalar que la profecía que nos ocupa se encuentra descrita en el libro de Apocalipsis capítulo 6 versículos del 1 al 8. Ahí observamos que la Biblia dice lo siguiente:

Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira.

Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.

Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra
 

Antes de seguir adelante con el tema debemos comprender que el libro de Apocalipsis no es sinónimo de catástrofes, mas bien su significado es el de REVELACIÓN; es decir, describe la acción de quitar un velo a fin de hacer visible lo que esta detrás de él. De esta manera entendemos que la intención del libro es darnos la revelación del Señor Jesucristo de los eventos finales de éste mundo, que aunque ahora permanecen ocultos detrás del velo definitivamente están por desarrollarse; por tanto debemos mantenernos alerta.
El pasaje de los cuatro jinetes del Apocalipsis no surge de manera aislada en las escrituras, sino que es parte de un esquema más amplio. Podemos observar en el capítulo cuatro la visión que tiene el apóstol Juan de un trono celestial en el cual se sienta un Anciano de días y la congregación celestial le adora, este cuadro obviamente nos presenta a Dios el Padre. Posteriormente en el capítulo 5 aparece una nueva visión de Dios, esta vez sosteniendo en su mano un rollo (libro) con siete sellos , un ángel fuerte pregunta ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Pero ninguno parecía ser digno siquiera de mirar el libro, mucho menos de desatar sus sellos. Justo cuando todo parece perdido se presenta el Bendito Hijo de Dios. Él es el único digno de tomar el libro y desatar sus sellos. La multitud celestial responde alabando y adorando tanto al Padre como a su Hijo. 

El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir:

Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Apo 5:13



I) JESUCRISTO EL ÚNICO DIGNO DE DESATAR LOS SELLOS.

Es así como llegamos al capítulo 6 versículo 1 y observamos que quien esta desatando los sellos es nada más ni nada menos que el Cordero de Dios, es decir, nuestro Señor Jesucristo, quien habrá de revelarnos los eventos finales de este sistema mundano y depravado. No en vano el libro se anuncia como La Revelación de Jesucristo… Apocalipsis 1:1.

Sabiendo esto ¿No deberíamos humillarnos ante la poderosa presencia de Jesucristo el Hijo de Dios? ¿No debería usted que ha vivido una vida de blasfemias y malos pensamientos arrepentirse de sus pecados y decidirse a venir al Señor? Jesucristo es el dueño de nuestras almas e indudablemente Él es el juez a quién su Padre ha designado para que nosotros le rindamos cuentas de nuestras vidas ¿No debería este solo hecho hacerte pensar en buscar su perdón y reconciliación?

Jesucristo nos ha revelado lo porvenir y él se presentará para desatar los sellos del libro.



a) PRIMER SELLO: El Anticristo.

Ahora observamos que cuando Jesús abre el primer sello aparece la visión de un jinete montado en un caballo blanco.

Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

A lo largo del tiempo muchos lectores han sucumbido ante el error de pensar que este jinete representa al mismo Señor Jesucristo. Este jinete luce montado en un caballo blanco es decir tiene la apariencia de ser santo, inmaculado y precioso. Y bajo esta apariencia de bondad logra engañar a muchos usurpando el lugar que solo le corresponde al Amado Hijo de Dios. Pero no nos dejemos llevar por las apariencias, éste no es sino una maldita falsificación de Satanás para engañar a las naciones. ¡Ã‰ste es el Anticristo mayor! (no solo un anticristo, pues el apóstol Juan aclara que todo aquel que se opone a Dios es un anticristo. 1Jn 2:18).



A fin de que podamos ver con mayor claridad la diferencia entre éste jinete y el Señor Jesús presentamos la siguiente tabla de contrastes.


A lo largo de los siglos la iglesia ha creído que llegará un tirano que habrá de gobernar a muchas naciones del mundo. El no será un rey o un gobernante legítimo, será un ser despreciable que por medio de engaños y componendas se hará con el poder. Por otra parte el simbolismo del arco nos recuerda a los antiguos pueblos conquistadores. En tiempos lejanos los arqueros conquistadores eran aborrecidos por los soldados y señalados como cobardes por luchar a la distancia y evitar el combate cuerpo a cuerpo. Es así como se nos señala la cobardía de este sujeto que actuará de manera hipócrita, engañando a diestra y siniestra para lograr hacerse con el poder, solo así logrará que le sea dada una corona, es decir el poder de regir a muchas naciones. Como ya se ha mencionado su apariencia será inocente y pacífica. Hablará de paz a la humanidad y el mundo se volcará detrás de él, pero él no traerá la paz sino la destrucción y la guerra a las naciones. De eso se encargará el jinete que le sigue…



b) SEGUNDO SELLO: El jinete de la guerra.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. 
 


A continuación vemos como el Señor Jesucristo abre el segundo sello y aparece un jinete montado sobre un caballo bermejo. Es importante notar los colores de las monturas de los jinetes pues ello nos revela mucho del significado de la visión. En este caso encontramos que el segundo jinete cabalga sobre un caballo de color rojizo (bermejo), lo cual simboliza el derramamiento de sangre que va dejando a su paso. Esta explicación concuerda con lo que dicen las sagradas escrituras pues a este personaje se le dio una gran espada para quitar la paz de la tierra y lograr que los seres humanos se maten unos a otros. ¡Qué ironía! ¡El mundo desprecia a Jesucristo el príncipe de paz, pero cuando venga el malvado anticristo le seguirán aunque los conduzca hacia la desolación y la guerra!


Nadie sabe a ciencia cierta cuán terrible será el mundo en esos tiempos pero Jesús dijo que aquellos días serán de gran tribulación cual nunca la ha habido en el mundo. Es por eso que hoy es cuando debemos pedirle a Jesucristo que nos perdone y nos libre de la ira venidera, que no seamos parte de este sistema malvado que avanza cada día hacia su depravación. 
Es tiempo de reflexionar; simplemente echemos una mirada a este mundo y veamos que es cierto, que la humanidad se desquicia cada vez más. Que la violencia cunde por doquier, que la pérdida del respeto y los valores avanza a pasos agigantados; que los índices de criminalidad se disparan y que tal parece no hay manera de solucionarlo.



c) TERCER SELLO. El jinete de la hambruna.

Ahora llega el turno del tercer jinete y la palabra de Dios dice lo siguiente.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. 

Como la Biblia lo indica del tercer sello sale un jinete con una montura negra y una balanza en su mano, al tiempo que se oye a alguien pregonando una terrible oferta: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.

¿Por qué decimos que ésta es una terrible oferta? Porque este jinete muestra a un mercader que avanza con una balanza en la mano, es decir, mostrando el índice de precios de los alimentos para una mínima supervivencia. Repito, no se anuncian los precios de la canasta básica, sino que apenas se anuncia la venta de trigo y cebada, es decir cobra un alto precio por solo un bocado de pan. 
 

En tiempos del apóstol Juan, quien fue el escritor del Apocalipsis, el salario normal de un jornalero por un día de trabajo  era de un denario. En otras palabras: todo un día de trabajo por menos de un kilogramo de harina. Esto nos muestra la horrible carestía que existirá en este mundo rebelde y sin Dios. La gente se angustiará debido a la gran subida de los precios de los alimentos, trabajarán todo un día por un poco de comida. Será una situación que nunca se ha visto jamás; es cierto que aun hoy en día la ONU a través de la FAO, no ha logrado erradicar el hambre sobre la tierra, pero en aquellos días no solo habrá una hambruna focalizada en algún lugar del mundo, sino una escalada del hambre a nivel mundial. Nos encontramos entonces frente al horrible jinete que traerá el hambre y la escasez generalizada al planeta.



d) CUARTO SELLO: El jinete de la muerte.

Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matarcon espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
 
Llegamos entonces al cuarto sello. Y aparece el último jinete. La Biblia nos dice claramente que este jinete simboliza la grave mortandad que habrá en los días de la tribulación. Es la muerte misma cabalgando a todo galope sobre la faz de la tierra. Nunca como entonces estará tan ocupada segando las vidas de los hombres en maneras inimaginables. La gente morirá a causa de la peste y las enfermedades comunes, del hambre, de la violencia y aun víctimas de sus propios traumas y delirios. La escritura nos dice que aun sus corazones desfallecerán de terror; angustiados  a causa del bramido de las olas del mar.

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Lucas 21:25-26.

Quizá lo más triste y preocupante respecto a éste jinete es la imagen siniestra del Hades que sigue detras de él. ¿Qué significa esto? Para los lectores griegos del tiempo del apóstol Juan, el Hades era el lugar en donde las almas de las personas iban a parar después de la muerte. Para los lectores cristianos el Hades era la traducción del concepto hebreo del Seol, y que con el tiempo hemos llegado a conocer con la palabra infierno; el cual no es otra cosa más que el horrible lugar de tormento al cual van a parar todos los condenados, es decir aquellos que mueren sumidos en sus pecados, lejos de la gracia bendita de Jesucristo. Asi dice la escritura.

Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios. Salmo 9:17.


Esto nos revela la terrible verdad de que aquellas personas que mueran sin Cristo serán encarcelados en el infierno a la espera del espantoso día en que hayan de rendir cuentas a Jesucristo por sus almas. Como está escrito.


Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Apo 20:13-12


Es así como concluye el tema de los jinetes del Apocalipsis, no así la revelación de los sellos, que termina en el capítulo 8.

Lo importante ahora es preguntarle a usted amigo lector ¿Qué opina respecto a lo que ha aprendido sobre los eventos finales de este mundo? ¿Abriga usted una bendita esperanza de paz por medio de la salvación en Jesucristo o por el contrario aguarda con temor y preocupación aquellos días? ¿Desea usted ver la culminación de estas cosas o desearía que Jesucristo jamás regresara a este mundo? Su respuesta a estas preguntas determina de que lado esta usted. Como esta escrito:


Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero... Apocalipsis 6:15.


Contrario a lo que pudiera pensarse los cristianos no vemos estos eventos con ansiedad y desconsuelo. Los verdaderos cristianos aguardamos con paciencia a que todas estas cosas pasen porque al final de todo esto, la luz de la esperanza del evangelio de Jesucristo se hará realidad. Jesucristo regresará a esta tierra, y todos los que hayamos creído en su promesa estaremos con él.

¿No le gustaría a usted aguardar también con esperanza en la segunda venida del Señor a esta tierra? Si es así, usted puede rendir su corazón a Dios en esta hora. Usted puede venir a Jesucristo y confiar en él. Pídale en oración que le perdone y que le ayude a esperar en él. Dios promete que en medio de todas estas cosas su pueblo estará confiado en él. Pero eso es tema de otro estudio bíblico.



El que da testimonio de estas cosas dice:

Ciertamente vengo en breve.

Amén; sí, ven, Señor Jesús.

Apocalipsis 22:20

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