LA
PARABOLA DEL SEMBRADOR.
“He
aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, aconteció que
una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la
comieron.
Otra
parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero
salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
Otra
parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y
no dio fruto.
Pero
otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció,
y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno
Entonces
les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.”.
(Marcos
4: 1-9)
Con
frecuencia hemos escuchado historias de personas que reciben
advertencias y aun así se niegan a escuchar. Se dice por ejemplo que
el capitán del trasatlántico más famoso del mundo,
“el
Titanic”, había recibido la advertencia de que cerca del área
donde navegaba se habían avistado grandes témpanos de hielo; así
que le recomendaron que transitara con mucha precaución.
Sin embargo
dichas advertencias fueron ignoradas. En
su afán de impresionar a la prensa, el capitán aceleró el viaje
sin precaución alguna y el resultado es por todos conocido.
La
noche del
14 de abril
del año
1912,
el
Titanic se hundió llevando consigo a la muerte a unas 1.500
personas. Todo por ignorar las señales de alerta. ¿Tú
cómo reaccionarás?
En
nuestra parábola, tenemos una situación muy similar. Son cuatro
tipos de tierra sobre las cuales se siembra la semilla de la palabra
del Señor y la manera tan diferente en que éstos reaccionan. La
pregunta es ¿Y tú cómo reaccionarás?
1.-
LA SEMILLA QUE CAYÓ JUNTO AL CAMINO. Oíd:
He aquí, el sembrador salió a sembrar;
y
al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y
vinieron las aves del cielo y la comieron.
Esto
representa a aquellas personas que oyen la palabra de Dios, pero no
les aprovecha para nada el oírla;
son personas cuyos corazones no sienten ningún
tipo de interés
por la palabra
de Dios, son como la tierra del camino;
tantas y tantas
personas transitaron
sobre
él que finalmente se han endurecido. Así también los corazones de
estas personas se encuentran tan endurecidos que no se conmueven con
el mensaje del evangelio;
oyen, pero no atienden al llamado de Dios.
Algo
sorprendente que tiene que ver con este tipo de terreno, es que el
Señor Jesucristo dijo que apenas el sembrador le ha esparcido su
semilla, luego vienen las aves y la devoran. Esto significa que
cuando las personas escuchan el mensaje, entonces viene el diablo
para robar la preciosa palabra que fue sembrada en los corazones,
pues apenas alguien te habla de Cristo y luego surgen las
distracciones, alguien llama al teléfono y te invita a salir a
embriagarte, otro más te aconseja no leer la Biblia porque “podrías
quedar loco”, y otros simplemente te dirán que es una pérdida de
tiempo. Satanás hará cualquier cosa para distraerte y arrancarte la
palabra sembrada en tu corazón.
¿Por
qué razón el diablo arrebata la semilla de los corazones? Hace
muchos años
el
diablo se rebeló en contra de Dios;
él quería llegar a ser como Dios y recibir alabanza de parte de la
creación, por tal razón Dios lo echó de su presencia en el cielo,
y lo condenó al castigo del lago de fuego. Así que Satanás
sabe cual será su castigo, pero él no desea irse solo;
en venganza planea arrastrar consigo a la mayor cantidad de seres
humanos que le sea posible. Es por eso que él arrebata la semilla de
los corazones a fin de que las
personas no
crean
en el evangelio y pierdan sus almas por siempre en los tormentos del
lago de fuego. Esta es la razón
por la que tú necesitas entender que si no te arrepientes de tus
pecados tú también serás condenado junto con él y sus
demonios. (Isaías 14:12-15) (1 Pedro 5:8) (Mateo 25:41).
2.-
LA SEMILLA QUE CAYÓ ENTRE PEDREGALES. Otra
parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra. “Pero salido el
sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó”.
¿Qué
representa esto? Esto representa a aquellas personas que en algún
tiempo escucharon la palabra de Dios y que incluso la recibieron con
gran alegría,
pero después de un tiempo, vinieron las pruebas, las dificultades de
la vida a causa del evangelio y entonces tropezaron. Todo
su gozo y entusiasmo se acabó y abandonaron el camino del Señor
Jesucristo. Por eso Jesús los comparó a aquella semilla que cae
entre el terreno de rocoso;
brotó pronto, pero a causa del terreno no pudieron echar sus raíces
en lo profundo y al salir el sol se quemaron. La fe de estas personas
es superficial;
es decir no es una fe profunda, es solo emocionalismo y nada más.
Es
una fe falsa que no puede soportar las dificultades. Querido amigo
seguramente has escuchado a personas decir que si vienes a Jesucristo
tus sueños se harán realidad, que tendrás una vida de abundancia
económica y prosperarás;
sin embargo debes saber que la biblia no promete tal cosa;
de
hecho
dice que si vienes a Cristo probablemente tendrás aflicción. Que
al venir
a Jesucristo es posible que enfrentes la burla de tus amigos, y aun
la oposición de tu familia, pero Jesucristo dice que no debemos
avergonzarnos de ser cristianos. Debemos
confiar en él y él nos ayudará a soportar las pruebas.
(Juan 16:13)
3.
- LA SEMILLA QUE CAYÓ ENTRE ESPINOS.
Otra
parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y
no dio fruto.
Estas
son personas que escucharon la palabra de Dios; y aparentemente
también la creyeron; más sin embargo abandonaron el camino del
Señor. Ahora
nos preguntamos ¿Estos por qué abandonaron la senda?
Estos
son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra,
pero
los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las
codicias de otras cosas entran y ahogan la palabra, y se hace
infructuosa.
Estos
oyentes probablemente en un tiempo empezaron a escuchar y meditar en
la palabra de Dios, pero se dejaron deslumbrar por los ofrecimientos
vanos de este mundo y abandonaron el camino de Dios. El
apóstol Juan nos advierte no
amar las cosas pecaminosas de este mundo tales como los vanos
placeres del alcohol y de los vicios, el juego, las pasiones
sexuales desordenadas, las palabras obscenas, el afán y la
vanagloria de esta vida, etc.
(1
Juan 2:15-17).
Asi
que estas personas se afanaron con tantas cosas que
les entró el gusto por
los vanos placeres de este mundo y la avaricia del dinero,
y así las amistades y las malas influencias terminaron por
ahogarlos, así como los espinos ahogan la pequeña planta de trigo.
Desgraciadamente muchas personas optan por este tipo de vida sin
pensar que estos placeres son vanos. Finalmente el placer se acabará,
los efectos de las drogas pasarán y quedaran vacíos y sin
esperanza. Si esa es tu condición, tú debes abandonar esa vida y
venir a Jesucristo. Él te ofrece paz para tu alma y vida eterna que
jamás podrás encontrar en los placeres de este mundo.
¿Qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
(Marcos
8:36)
4.-
LA SEMILLA QUE CAYÓ EN BUENA TIERRA.
Y
éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la
palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento
por uno.
Por
último tenemos a la semilla que fue sembrada en buena tierra. Esto
representa a aquellas personas que escuchan la palabra de Dios, la
reciben y finalmente deciden entregarse a Cristo y el
resultado de esto es que dan fruto;
es decir, sus vidas son cambiadas por el poder del
Espíritu Santo.
Hoy
en día muchas personas se consideran a sí
mismas cristianas y profesan creer en Dios pero sus vidas no han sido
cambiadas; siguen
viviendo en el alcohol, en maledicencias,
en odio y en una vida sexual inmoral; a estas personas es necesario
decirles que no basta
decir que se
es cristiano. Los
verdaderos cristianos dan frutos dignos de arrepentimiento. No basta
ir a la iglesia, ni hacer buenas obras, ni siquiera haber sido
bautizado, tiene que haber un cambio real en lo profundo de
nuestros corazones,
y esto se logra solamente cuando tenemos un arrepentimiento
genuino. Al
escuchar la palabra de Dios nos damos cuenta de
que hemos pecado contra Dios y al
sabernos
indignos del amor de
Dios, entonces clamamos a Dios por perdón y Él nos perdona por amor
de su amado hijo Jesucristo.
¿Cuál
es tu reacción al escuchar la palabra de Dios? La respuesta a esto
determina dónde pasarás
la eternidad.
¿Te
sientes afectado por este
mensaje y tienes
el deseo de seguir escuchando más de la palabra de Dios? ¿Desearías
llevar un
estudio de la palabra de Dios o permitirás que el diablo te arrebate
esta semilla?
Así
es como el Señor desea que nosotros reaccionemos a su
evangelio.
-
Dios desea que escuches sus advertencias, que comprendas que has pecado y que por causa de tus pecados mereces la ira de Dios. (Romanos 3:23)
-
Dios desea que entiendas que un día morirás y entonces el Señor te enjuiciará. Dios tiene registrada cada cosa malvada que has hecho y de ello habrás de darle cuenta. (Hebreos 9:27) (Apocalipsis 20:12)
-
Dios desea que sepas que si no te has arrepentido de tus pecados serás arrojado al lago que arde por siempre con fuego y azufre. (Apocalipsis 20:15)
-
Pero también Dios quiere que sepas que Él envió a su amado Hijo Jesucristo a morir por tus pecados y si te arrepientes y crees en él, Dios te perdonará y te dará vida eterna. (Hechos 16:30-31) (Juan 3:16)
Has
sido expuesto al evangelio…
¿Cómo
reaccionarás tú? ¿Ha tocado Dios tu corazón mediante este
mensaje? ¿Entiendes que necesitas arrepentirte de tus pecados y
confiar en Jesucristo? Sí es así, entonces ora a tu Padre
celestial y pídele la salvación de tu alma. Si
lo haces con fe Él
te escuchará. Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario