miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿Has cambiado tu vida vieja por la nueva vida en Cristo?

La nueva vida en Cristo.
(Efesios 4:17-24).

Vivimos en un tiempo en que dentro de las iglesias existen una gran cantidad de personas que profesan ser cristianas pero cuya fe es una mentira, personas que siguen en sus mismas actitudes por el pecado y que están viviendo una doble vida (dando una cara amable en la iglesia pero otra muy distinta fuera de ella). Ellos creen que están bien solo porque alguna vez hicieron una profesión de fe, pero nunca se detienen a considerar el hecho de que están viviendo una mentira. Ante esta situación tan generalizada es difícil saber a simple vista quienes realmente son cristianos y quienes están fingiendo solamente, y peor aun quienes han llegado a creer su propia mentira pensando que son salvos sin serlo. La evidencia de la salvación es una vida nueva, una vida transformada por Cristo. ¿Has cambiado tu vida vieja por la nueva vida en Cristo?

En una película que trata sobre los horrores del holocausto Nazi. Hubo una escena que llamó mucho mi atención. Era sobre un sobreviviente judío, quien había logrado esconderse entre los escombros y estaba en espera de que el ejército ruso entrara a la ciudad para poder ser liberado. Cuando por fin esto sucedió el pobre hombre se acercó hacia unos civiles, quienes huyeron de él gritando “Un soldado alemán, un soldado alemán” Los rusos al oír esto abrieron fuego contra él. Desesperado el pobre hombre corrió a esconderse de nuevo, mientras los militares rusos le seguían disparando.
- Salga de ahí le gritaban.
- No disparen, no disparen soy judío, soy polaco. Contestaba el otro. Cuando finalmente le permitieron salir de su escondite sin hacerle daño, le preguntaron.
- ¿Si eres judío? ¿Por qué traes ese abrigo?

A causa del frío aquel sobreviviente judío traía puesto encima el abrigo de un oficial del ejército Nazi. Esto había provocado que los rusos le confundieran y estuvieran a punto de matarle. Para evitar el incidente aquel hombre debía haberse despojado primero de su abrigo. Lo mismo sucede hoy día, muchas personas profesan ser cristianas pero siguen viviendo de acuerdo a su vida vieja, tienen el atuendo del viejo hombre, de tal manera que no se nota en ellos una diferencia entre el antes y después de profesar su cristianismo. Por tal motivo deseo que entiendan, que el cristianismo es un llamado a una vida nueva, la vida vieja se debe quedar atrás, y en adelante la constante en nuestras vidas debe ser la búsqueda de una vida limpia y santa, sin relación con nuestros antiguos pecados.
Porque Dios nos llama a dejar la vida vieja de pecado, Tú debes andar en vida nueva”.

Y como primer punto tenemos lo siguiente.
I.- Tú debes andar en vida nueva porque el Señor nos ordena abandonar la vida vieja de pecado.
(vv. 17-19)
Mira lo que dice el texto:
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”. (v. 4:17)
El apóstol Pablo llama a los creyentes a no vivir más como el resto de las personas que no conocen a Dios. Así que en un ejercicio de honestidad debes preguntarte, con sinceridad, ¿Tu vida es diferente al resto de las personas que no conocen a Dios? ¿tus anhelos en la vida son distintos a los de los jóvenes que te rodean? ¿Cómo saberlo? El apóstol Pablo define cómo es la vida de aquellos que no conocen a Dios.
  1. Los hombres sin Dios andan con la mente vana. (vv. 17-18)
En primer lugar el apóstol Pablo nos dice que los no-creyentes andan con una mente vana. Es decir con una mentalidad hueca, que va tras las modas y tendencias superficiales de la vida. La gente que no conoce al Señor no tiene en orden correcto las prioridades de la vida, ellos le conceden un gran valor a lo que no lo tiene. Esto era una realidad entre los hombres de los tiempos del apóstol Pablo pero desgraciadamente es una terrible realidad también en nuestros días.
A veces me sorprendo mucho al ver lo que la gente escribe cuando llena sus perfiles en las páginas de redes sociales, como Facebook o Twitter. A continuación enumero algunas de las que más me han sorprendido.
* Cosas sin las que no puedo vivir: “mi cel, mi ipod y un frapé”
* Ejemplo a seguir: Justin Bieber.
* Película de comedia: Una película de huevos.
* Un hobbie: pasar el fin (de semana) con mi amigovio.

Hasta aquí nadie podría tomarse estas cosas en serio pero los comentarios continúan.
* El libro qué más te haya cautivado en la vida: “My Kampf”. (“Mi lucha” Libro escrito por Adolf Hitler)
* Una serie: Family guy. (Una serie de dibujos animados que expone lo peor de la cultura norteamericana. Uno de los personajes favoritos del público es Stewie, un bebé con tendencias homosexuales)
* Una canción: The end, del grupo The Doors. Dicha canción contiene una parte que hace referencia al mito de Edipo. Cuando John Morrison la cantaba solía taparse los ojos y luego exclamar:
- Padre.
- Si hijo, contestaba él mismo.
- Quiero matarte.
La segunda línea es aun peor, ahí Jim Morrison exponía su deseo “deshonrar” a su madre, mientras sonreía burlonamente. Desgraciadamente es este tipo de cosas las que están en la mente de aquellos que no conocen a Dios. El hombre tiene una mente vana y un pensamiento entenebrecido en donde el conocimiento de Dios y su respeto hacia él y al prójimo brillan por su ausencia.

  1. Los hombres sin Dios andan con el corazón endurecido. (V. 18)
Aparte de tener una mente vana, el apóstol Pablo muestra que los hombres sin Dios están ajenos de la vida de Dios, por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.
Algunos podrían argumentar entonces que el hombre es malvado y vano, pero también inocente, pues su vanidad es debido a su ignorancia de las cosas de Dios; sin embargo, es importante señalar que dicha ignorancia no es porque Dios no le haya revelado su palabra a la humanidad, sino que la razón por la cual el hombre vive sumido en su ignorancia es porque él ha endurecido su propio corazón. ¡Es porque vez tras vez han escuchado el mensaje de salvación y vida eterna en la persona de Jesucristo de Nazareth, pero ellos han decidido darle la espalda! Así que más que inocente el hombre es culpable por rechazar al Hijo de Dios y decidir voluntariamente permanecer en ignorancia espiritual.
En cierta ocasión, una persona a quién yo le testificaba me dijo “yo prefiero no saber nada de la Biblia” Entonces al preguntarle cual era la razón de dicha actitud él me respondió: “es que yo pienso que si no sé nada de la Biblia voy a tener menos culpa cuando esté delante de Dios”
Pero yo os digo, no penséis que vuestra ignorancia os hará inocentes delante de Dios, antes bien esto les acarreará mayores culpas, pues el que rehúsa creer en el hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)
Contrario a lo que muchos piensan, la ignorancia no les hace menos culpables sino que los arrastra a una condición peor. Es interesante saber que la palabra griega que el apóstol Pablo usa para describir la dureza del corazón del hombre es “porosin”, la cual indica un endurecimiento de la piel que surge por una constante de fricción. Es decir una callosidad. Lo cual concuerda muy bien con el siguiente versículo:
Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”. Efesios 4:19
El hombre al rechazar, vez tras vez, la revelación del evangelio de Jesucristo se va haciendo cada vez más insensible; la callosidad de su corazón le hace insensible al pecado y su insensibilidad lo arrastra para hundirse en pecados que se van haciendo más y más vergonzosos.

Hace tiempo estuve en un funeral, era de un joven que se había suicidado. La familia lloraba desconsoladamente y no podían dar crédito a lo sucedido. Se preguntaban qué era lo que pudo motivar a su querido hijo a escapar por la puerta falsa. Él era un “muchacho normal” iba a los antros de vez en cuando “como todos los demás” y sí, ciertamente tenía algunas amistades que no les inspiraban confianza, entre ellos un joven homosexual, pero “nada fuera de lo normal”, algunas veces no llegaba a dormir a casa, pero nada de qué preocuparse. Cuán terrible fue su sorpresa cuando días más tarde encontraron una nota en la que el joven declaraba que se suicidaba porque no podía vivir sin “el amor su vida” que era precisamente aquella amistad homosexual que no era “nada fuera de lo normal”. ¿Padres de familia han considerado en que caminos andan vuestros hijos? ¿Están seguros que no andan siguiendo la vanidad de este mundo? No esperen a verles muertos para empezar a preocuparse.

¡Qué tristeza me produce mencionar estas cosas! pero queridos hermanos y amigos lo hago por su bien, porque deseo que abran los ojos a la verdad y escapen de su propia perdición! por eso te instó a ti que vives lejos de Dios:
* Ven a una vida nueva, abandona esa vida de pecado terrible que llevas.
No importa cuanto sientas que te has hundido en el fango del pecado, si vienes arrepentido a los pies de Jesucristo todos tus pecados serán perdonados.
No importa si te sientes indigno delante de Dios, Él te ofrece salvación y vida eterna. Si vienes dolido por tus pecados y deseas dejar atrás esa vida de pecados, Él te ofrece su perdón.
Dios tiene una vida nueva para ti, una vida limpia. Él te ofrece un nuevo caminar: ¡Una vida libre de pecado en su amado Hijo Jesús de Nazareth! Como está escrito:
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)

II.- Tú debes andar en vida nueva porque esa es la característica de un verdadero creyente. (vv. 20-21)
Ahora quiero referirme a ti querido amigo, tú que te llamas a ti mismo “cristiano” pero que vives como los hombres del mundo, tú que “has aceptado a Jesucristo como tu salvador” pero que también gustas de visitar los antros de vicio, como “algo normal" igual a los otros jóvenes de tu edad. Tú que los sábados andas metido en borracheras, pero el domingo estas ahí, puntual a las puertas del templo. Tú mi querido amigo te estás engañando a ti mismo. Si en verdad eres cristiano deberías andar en vida nueva, porque un verdadero creyente no aprendió tales maldades de Jesucristo. Mira lo que Pablo escribió en los siguientes versículos.
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” (v. 4:20)
Es claro que esta carta está dirigida a creyentes; sin embargo, no quiero que pases por alto lo que el siguiente versículo agrega:
Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús”.

Tú dices que eres salvo porque oraste una oración al final de algún folleto, o porque en tu Biblia anotaste la fecha en que aceptaste a “Cristo en tu corazón” ¿Pero sabes cuál es el problema? Si tu vida no está cambiando, si no estás andando en santidad, si sigues viviendo en tus pecados de siempre, lo más seguro es que tú no seas un verdadero creyente.
La razón por la que Pablo después de describir las maldades del hombre sin Dios, dice “Mas vosotros no habéis aprendido a sí a Cristo” Es porque desea marcar un claro contraste entre la vida del creyente y la vida del incrédulo. Así que si tú profesas que Jesús es tu Señor pero tu vida no ha cambiado en nada, si sigues en borracheras, blasfemias, adulterios, fornicación, pornografía, etc. ¿dónde está el contraste que debería haber en tu vida?
Querido amigo, la salvación no es una simple oración al final de un folleto, no es que simplemente acudas a alguna iglesia y des tus diezmos. La salvación es una obra sobrenatural, de tal manera que el pecador se acerca profundamente arrepentido a los pies de Jesucristo, y en un momento maravilloso, Dios obra en él la salvación. El hombre que es salvo sabe que no es el mismo, Dios le trasformó, Dios le regeneró y esa es la razón por la cual su vida empieza a cambiar. Como está escrito:
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)

En tercer y último lugar.
III.- Tú debes andar en vida nueva porque Dios desea que atiendas las enseñanzas que él nos ha dado.
Ahora el apóstol Pablo retoma sus palabras y nos enseña:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” Efesios 4:22-24.
Algunos estudiosos señalan que lo descrito en estos versículos no son imperativos. Es decir no son órdenes dadas al creyente. Estamos de acuerdo con esa postura, pero eso no significa que el creyente tiene licencia para vivir en la maldad. Lo que Pablo esta haciendo aquí es tomar una metáfora del vestir y desvestirse de la ropa, para describir lo que debe ser en la vida de los creyentes, aquellos que hemos aprendido de Cristo. Y lo expresa de la siguiente manera:

A).- Despojados del viejo hombre. El hombre que viene al Señor Jesucristo es despojado de los harapos del pecado. Dios mismos se encarga de quitarle esas vestiduras viles y le da nuevas ropas. Aquel que era un borracho maldiciente, pendenciero e irresponsable; viene a ser un querido hijo de Dios, un hombre nuevo, sobrio. Tal transformación ocurre de verdad cuando Dios salva al hombre.
Se cuenta la historia de un hombre terrible, en algún poblado de China. Él era el azote del pueblo, fumaba opio y era extremadamente violento, tanto que aun sus enemigos le temían, pero un día escuchó el maravilloso evangelio de Jesucristo de Nazareth y Dios trasformó su vida totalmente, de pronto, aquel ya no era un ladrón drogadicto que andaba tambaleándose por las calles, ahora era un hombre limpio y sobrio que iba a la iglesia con su Biblia bajo el brazo, su cambio fue tan radical que todos en el pueblo quedaron maravillados. Un día un misionero llegó a ese poblado y queriendo compartir el evangelio preguntó a un pueblerino ¿Alguna vez ha oído usted el evangelio? Entonces el interrogado contestó. No, pero he visto el evangelio. La vida de aquel hombre había impactado tanto a la comunidad que no había necesidad de palabras, la gente miraba en aquel ex-ladrón y drogadicto lo que el evangelio de Jesucristo es capaz de hacer en la vida del más terrible de los pecadores. ¿No te gustaría que tu vida también fuera transformada?

B).- Renovados en nuestra mente. Asimismo cuando Dios salva a un hombre también renueva su mente. La mente carnal y malvada se aleja de nosotros y recibimos la mente de Cristo. (1Corintios 2:16). Ahora podemos indagar en la palabra de Dios y tenemos la capacidad para discernir las cosas espirituales. Tal es la condición de los hombres renovados en Cristo. Esto marca un gran contraste con los perdidos. Ellos andan en la vanidad de su mente, ocupándose de cosas sin importancia, en tanto que el creyente tiene sus prioridades en orden, él considera que Jesús es lo más importante en su vida.
Querido amigo. Tú necesitas ser renovado en tu mente por el poder de Dios. Lo que tú creas acerca de Dios determinará tu destino por toda la eternidad. Si en este momento Dios esta abriendo tu entendimiento y comprendes que necesitas a Jesucristo, no tardes más. Ven suplicante al Hijo de Dios, no temas lo que tus amigos podrían pensar acerca de ti, ellos andan en la vanidad de su mente pero tú debes poner en orden tus prioridades, no dejes escapar la oportunidad de encontrar la salvación y una vida nueva en Jesucristo.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que esta cercano”.
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)

C).- Vestidos del nuevo hombre.
Y en este último inciso, déjame decirte que en Jesucristo podrás ser revestido en un hombre nuevo. Esa es la vida que Jesucristo promete a los que vienen a él.
- No importa cuán bajo pienses que hayas caído, no importa cuánto tiempo anduviste viviendo en las tinieblas.
- No importa cuanto el pecado haya puesto sus horribles garras sobre ti. Dios promete hacer de ti un hombre nuevo, una mujer nueva. Él perdonará tus pecados, limpiará tu alma con agua limpia y enjugará toda lágrima de tus ojos.
- A ti que estás agobiado por tus maldades, a ti que te persiguen los horribles recuerdos de tu pasado, a ti que anhelas suplicante el perdón de tus pecados, a ti que estás arrepentido de tu maldad, Jesucristo te llama diciendo “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar”. Así que ven, deja tus cargas en los fuertes hombros del Señor. No temas lo que los demás opinen sobre ti. Para Dios ya no serás más un borracho, un homicida, una hija que causa vergüenza o un ladrón, para Él ahora serás un hombre nuevo, una mujer nueva. Él quitará tus ropas viejas y te dará nuevas vestiduras para sentarte en los lugares celestiales al lado de su querido Hijo Jesús de Nazareth.

Conclusión:
Se dice que el famoso filósofo francés, Voltaire se dio cuenta de que uno de sus amigos el doctor Samuel Clarke siempre pronunciaba el nombre “Dios” con un aire de contemplación y de gran respeto. Extrañado por esta solemne actitud Voltaire le preguntó:
- ¿Por qué usted siempre menciona con tanta reverencia el nombre de la Divinidad?
-Insensiblemente me he acostumbrado a hacerlo así, a causa de mi larga amistad con el señor Newton, respondió seriamente Samuel Clarke. Entonces Voltaire agregó:
-Esta costumbre, en verdad, es una que todos los hombres deben tener.
La vida limpia y santa de Sir Isaac Newton, descubridor de la ley de gravedad, había impactado tanto la manera de pensar de las personas incrédulas con las que hablaba; que aun en su ausencia, cuando mencionaban a Dios lo hacían con tanta reverencia. Qué nuestra vida nueva en Cristo pueda tener el mismo impacto. Dios les bendiga.



domingo, 15 de octubre de 2017

¿Por cuánto venderías tu alma?

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas. Hebreos 12:15-17.


I.- El terrible error de no valorar las bendiciones de Dios.
En el diccionario la palabra profano tiene la siguiente acepción: Irrespetuoso o irreverente con las cosas sagradas. Que no es sagrado ni tienen relación con las cosas sagradas.
Esaú era un hombre de esta naturaleza, para él las cosas espirituales no eran importantes. La primogenitura era solamente una cuestión religiosa de su anciano padre, “cosas para los viejos que ya no tienen que hacer con su tiempo”. Tal era el carácter de Esaú, por esa razón en Hebreos 12:16-17 la biblia lo llama “profano”
Esaú no valoró la bendición de la primogenitura.
Ahora nos preguntamos ¿Por qué razón la escritura llama profano a Esaú? ¿Qué valor tendría dicha primogenitura cuyo desprecio por parte de Esaú le acarreó la marca de malvado profano? Para entender mejor la magnitud del pecado de Esaú necesitamos comprender el valor de aquello que despreció, por esta razón hemos de detenernos un momento en explicar el significado de la primogenitura.
  • LA DOBLE PORCIÓN DE LA HERENCIA. En nuestra cultura la primogenitura no tiene las mismas implicaciones que en la cultura oriental. Aquí la primogenitura solo significa ser el primer hijo de la familia, pero en la cultura de oriente la primogenitura contenía varios privilegios. En primer lugar al hijo primogénito le correspondía una doble porción de los bienes de su padre, es decir si un hombre tenía cuatro hijos, sus propiedades se dividían en cinco partes; de las cuales dos quintas partes eran para el hijo mayor y el resto de los hijos tomaban una quinta parte; osea que por el lado económico ser el primogénito tenía sus ventajas. Como demuestra el siguiente versículo: Mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura. Deuteronomio 21:17.
  • LA CONSAGRACION AL SEÑOR. Pero además de esto, la primogenitura también conllevaba bendiciones espirituales; ser el hijo mayor significaba una consagración especial al Señor.  Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es. Éxodo 13:2
  • LA BENDICION DE SER HEREDERO DE LAS PROMESAS HECHAS A ABRAHAM. Sin embargo la bendición más grande en el caso de la primogenitura de Esaú era que él tenía la oportunidad de tomar la bendición de Abraham, esto es, que a través de su descendencia habría de venir el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, aquel en cuya persona serían benditas las naciones de la tierra. Esaú tenía la oportunidad de que su nombre quedara inscrito en la palabra de Dios como un hombre de fe y de bendición. Hoy podríamos leer en la escritura acerca del Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Esaú, pero no. ¡Oh, qué horrible fue la decisión que Esaú! En lugar de ser un hombre de Dios es descrito por las escrituras como profano, irrespetuoso, irreverente, un hombre maldito; y así será recordado por toda la eternidad. ¡Ay de aquel hombre que desprecia a Jesucristo!
¿Lo habrá pensado Esaú alguna vez? ¿Habrá meditado en lo que estaba despreciando? ¿Habrá tenido la mínima impresión de que al rechazar la primogenitura estaba también despreciando ser el ascendiente del Hijo de Dios? No lo sé, pero quizá a él no le habría importado, no en vano la biblia lo llama: Profano.

La primogenitura era suya por derecho, pero él la menospreció.
Ahora que lo hemos analizado comprendemos que la bendición de la primogenitura era inmensamente valiosa; sin embargo, Esaú siendo un hombre carnal simplemente la despreció. Cuando su ventajoso hermano, Jacob, le pidió que le vendiera su primogenitura ¿Cuál fue la respuesta de Esaú?
Yo me voy a morir; ¿de qué, pues, me servirá la primogenitura? (Génesis 2532).
Como algún comentarista bíblico señaló: ¿Cree usted que de verdad Esaú podría morir de hambre en la casa de su padre, siendo Isaac un hombre inmensamente rico, dueño de grandes rebaños de vacas y de ovejas? Por supuesto que no. Pero Esaú quizá estaba pensando, “Ya hombre ni que fuera tan importante, ¿Quién quiere ser el líder de la religión del viejo? La bendición de Abraham, gran cosa”



Es evidente que a Esaú no le importaba la parte espiritual de la primogenitura; quizá la única parte que le podía interesar era la parte económica de la primogenitura, la doble porción de la herencia, pero pensaba que siendo el hijo preferido de su padre seguramente le sería entregada de todas maneras, aun y cuando le hubiera prometido dicha primogenitura a Jacob. Esaú pensaba que de todas formas podría salirse con la suya.

Entonces Esaú consintió la venta de su primogenitura, Jacob le pide que su hermano le jure, y Esaú... le juró. ¿Quién en su sano juicio juraría ceder una bendición de Dios así nada más? ¿Quién de ustedes se atrevería a tomar el nombre de Dios en vano para jurar que desprecia sus bendiciones? ¿Jurarían ustedes por el nombre de Dios que habrían de vender su alma al maligno? ¿Se dan cuenta de la terrible barbaridad que Esaú estaba cometiendo? Pero como he dicho, Esaú representa al hombre que es meramente carnal, aquél a quien no le importan las cosas espirituales.

II.- El terrible error de vender el alma por un precio miserable.
Ahora bien, algunos han considerado la conducta de Esaú y se han mofado pensando "¿A cambio de qué vendió Esaú su bendición? Bah, al menos lo hubiese hecho por mil cofres repletos de monedas de oro, o por extensas propiedades de terreno en la tierra de Canaán, o quizá a cambio de fama y poder. ¡Qué tonto!¡Lo perdió todo por un simple plato de lentejas!"
Yo les pregunto ¿Por cuánto lo habrían hecho ustedes? ¿Por cuánto habrían vendido la bendición de alcanzar la gracia de Dios a través de Jesucristo? ¿Se le puede poner precio a esto? Sin embargo la actitud de Esaú sigue muy en boga hoy en día. ¡Cuántas personas prefieren vender su alma al diablo tan solo por unos momentos de fama y poder! Hay un video circulando en internet, que trata acerca de cantantes famosos que aseguran haber vendido su alma al diablo; cantantes como Kat Perry, Eminem, y Bob Dylan declaran abiertamente haber hecho un pacto con Satán a cambio de dinero y placeres, pero en esta hora déjame decirte que ningún dinero, ningún poder sobre la tierra vale lo suficiente para perderte por toda la eternidad. Debes entender que todos los placeres de este mundo, todo el dinero y la fama de esta tierra son tan valiosos como un plato de lentejas comparados con la desgracia que significa consumirte en el lago de fuego por toda la eternidad.

¡Oh, cuántos hombres dejaron de alcanzar la gracia de Dios! Hombres como John Lennon, Brian Jones o Jim Morrison hoy están ardiendo en el infierno junto a Esaú y te aseguro que se lamentan al igual que él. Fueron hombres ricos, cubiertos de fama y poder, pero todas esas cosas que consideraban tan valiosas resultaron ser tan vanas como un bocado seco de lentejas. Hoy quizá desearían volver a la tierra por otra oportunidad pero ya nada se puede hacer, están condenados por los siglos de los siglos.


Quizá algunos estén pensando ahora mismo. “Menos mal que yo no he vendido mi alma al maligno”. ¿Pero cómo puedes decir tal cosa? Tú que con tus actos desprecias a Jesucristo al dejar para después el momento de venir a él. ¿A cuántos hombres y mujeres se les invita a arrepentirse de sus pecados y venir a Jesucristo, y cuántos de ellos deciden ignorar la invitación y prefieren otras cosas? Algunos porque aun quieren disfrutar de alguna relación marital indebida, otros porque no desean abandonar sus negocios fraudulentos, y otros más porque desean beberse la última gota de su juventud en sus deseos egoístas, pero cada uno se vuelve a su propio miserable plato de lentejas.

No importa que jamás hayan hecho un pacto con el maligno, si ustedes desprecian la gracia de Jesucristo, su alma ya ha sido condenada. Mira lo que dicen estos versículos.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:17-18.
Y en verdad les digo que hoy en día hay muchos hombres que pierden sus almas por unas cuantas copas de licor, prefieren vivir en la parranda, en las juergas rodeados de vicios y mujeres antes que venir a Jesucristo. Si esa es tu condición, tú eres igual o peor que Esaú. De igual manera, existen aquellos que desprecian la bendición de conocer al Bendito Hijo de Dios porque no desean perder la simpatía de sus amigos, consideran demasiado valiosa la compañía de ellos que no están dispuestos a perderlos al venir a Cristo. ¿Cuántos más desprecian la oportunidad de arrepentirse de sus pecados y caminar con Cristo por temor al qué dirán los demás? Déjenme decirles, a quienes así actúan, que llegará el tiempo cuando lamentarán su decisión; llegará el día cuando condenados en las llamas eternas del lago de fuego se mirarán a sí mismos y maldecirán su insensatez, maldecirán el día en que fueron tan ciegos como para no aceptar la bondadosa invitación del evangelio, entonces se preguntarán ¿Cómo pude ser tan necio? ¿Cómo pude despreciar la gracia del perdón de Jesucristo? ¿Cómo fui tan necio que vendí mi alma por un plato de lentejas? Y estas palabras de exhortación les taladrarán los oídos pero ya no habrá oportunidad.

Por eso es que ahora os digo: Venid a Jesucristo, no lo despreciéis por un tonto plato de lentejas. Venid, arrepentíos de vuestros pecados antes que sea demasiado tarde. ¡Oh! si pudiéramos echar un vistazo al lugar de los condenados, quizá podrías ver a Esaú lamentándose:
Este infierno, este terrible infierno es porque vendí el alma por un plato de lentejas”

Queridos amigos no sufran la misma desdicha que Esaú. Hoy el evangelio esta abierto para todo aquel que quiera acercarse a Jesucristo. Ustedes pueden pasar de muerte a vida eterna, pero necesitan hacerlo humillándose, y reconociendo a Jesucristo como el único Señor y Salvador de sus vidas.
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos”
El ejemplo de Esaú fue dado aquí para ilustrar el peligro para los pecadores que rechazan a Cristo. ¿Vale la pena despreciar las bendiciones de Dios y dejar de alcanzar la gracia a través de Jesucristo? ¿Valió la pena para Esaú? ¿No? entonces venid a los dulces brazos de nuestro Señor Jesucristo. Dios les bendiga.




viernes, 6 de octubre de 2017

¿Cómo fue que Dios perdonó a Sansón?

Muerte de Sansón
(Jueces 16:18-31)

    Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero. Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.  Jueces 16:18-20  


Introducción:
Existe en las profundidades del océano un pez muy curioso llamado pez sapo o pez rape abisal. Esta especie habita hasta a una distancia de 1000 metros de profundidad en donde los rayos del sol ya no pueden penetrar, por tanto emplea una manera de cazar muy peculiar. Este extraño pez posee un órgano en su cuerpo que le sirve como “caña de pescar”, el cual tiene en el extremo un pequeño saco lleno de bacterias luminosas que alumbran en la oscuridad. Cuando los pocos peces y seres de las profundidades llegan a ver esta luz, ellos se quedan tan embelesados contemplando aquella hermosa escena, hasta que de pronto los filosos dientes del pez sapo atraviesan sus cuerpos. Para entonces ya es demasiado tarde.

  • En cierto sentido el pecado es igual que el pez rape, también atrapa a los hombres hasta que no pueden escapar. Pues una de las más tristes verdades acerca del pecado es su capacidad para esclavizar a aquellos que llegan a caer en sus pestilentes fauces.
  • Tal es la situación del otrora poderoso juez de Israel. Él se sintió atraído por el pecado hasta que perdió su libertad. Por eso mi proposición para este texto es la siguiente: Porque Dios es bueno y misericordioso, Tú debes arrepentirte de tus pecados.
Y como primer punto debo decir que:
I.- Tú debes arrepentirte de tus pecados, reconociendo que el pecado esclaviza.
Miremos al Juez de Israel reducido a la condición de un triste esclavo. Así dice la escritura:
Más los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. (Jueces 16:21)

* Sansón había pasado momentos placenteros con Dalila, pero ¿cuál había sido el resultado de sus pecados? Él termina en las condiciones de un miserable esclavo. Sus enemigos, sin compasión alguna, le arrancaron los ojos y lo llevaron a Gaza, una de las principales ciudades filisteas. Allí, ellos lo encadenaron y condenaron a trabajar moliendo grano en una prisión.
* Sabemos por los hallazgos arqueológicos que éste tipo de prisión era en realidad una “molienda”, pero el molino movido por bestias de carga aun no había sido inventado, así que las herramientas eran simplemente instrumentos hechos de piedra.
* Sansón pasaba sus días sentado en la tierra moliendo grano con un moledor manual que era frotado de un lado a otro en un mortero que ponía en su falda.
* ¡Cuán triste era su condición! El que antes había sido un poderoso Juez en Israel, y nazareo de Dios, ahora era humillado y forzado a realizar trabajo de mujer, reducido a la condición de  un simple esclavo. Pero eso es precisamente lo que el pecado hace con los hombres, el pecado los esclaviza y humilla.


* No piensen que podrán vivir en el pecado sin pagar las consecuencias. Satanás lleva años esclavizando a los hombres por medio del pecado. Los atrae mediante un sorbo de cerveza, un poco de droga, una mirada indiscreta a la mujer ajena, y luego ¡Zas! la trampa se cierra y el corazón del hombre queda atravesado, de la misma manera en que las trampas de queso atraviesan las entrañas de las ratas.
* Escuchen amados hermanos y amigos, el pecado esclaviza las almas de los hombres y les arrastra a la pesadilla de la condenación en el infierno. Huyan por tanto del pecado, salven sus preciosas almas. No caigan en los engaños del diablo. Él mismo es muestra fiel de lo que os digo.
* Satanás presume de ser un rey, pero Satanás mismo es un miserable esclavo del pecado. Consideren su ejemplo, antes era un bello ángel guardián, ahora es un pestilente demonio, esclavo de sus propias depravaciones. Con razón la escritura dice sobre él. ¡Cómo caíste del cielo, Oh lucero hijo de la mañana! (Isaías 14:12)

* ¿Qué hubiese sido de Sansón sin la misericordia de Dios? Absolutamente nada, si Dios no le hubiese tenido compasión, Sansón habría muerto en el anonimato, viejo, miserable y enfermo. Pero el Señor tiene a bien mostrarnos su infinita bondad, por eso continúa dándonos una leve esperanza de misericordia, y lo hace mediante el siguiente versículo:
Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado. Jueces 16:22

Sin embargo antes de hablar de la gracia de Dios consideremos el siguiente punto.
II.- Tú debes arrepentirte de tus pecados, reconociendo que el pecado causa ofensa al Señor.
Ahora el juez de Israel es causa de afrenta al Señor. Veamos lo que nos dice el texto bendito:
Jueces 16:23 Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo.
Jueces 16:24 Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo:

Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo,
y al destruidor de nuestra tierra,
el cual había dado muerte a muchos de nosotros.
  • Era costumbre en las naciones paganas que, durante sus festividades religiosas, sacaran  a los prisioneros de guerra de su encierro para ofrecer su tributo de agradecimiento a los dioses por cuya ayuda habían triunfado sobre sus enemigos.
  • Sansón era ahora el motivo para que ellos afrentaran a Dios. El pecado de este juez le había esclavizado y ahora le daba oportunidad a sus enemigos para que insultarán al Dios de Israel y glorificarán al dios falso. ¿Por qué?
  • Porque los filisteos pensaban que su dios había sido más fuerte que el Dios de Israel y por eso habían obtenido la victoria. Los filisteos habían vencido al juez de los hebreos y pensaban que por ende esto significaba que también habían vencido al Dios de Israel, así que le daban toda la gloria a su ídolo Dagón. ¡Por eso podemos decir que el pecado trae ofensa al nombre Bendito!
  • Escucha querido amigo una de las causas por las cuales debes evitar el pecado, es porque el pecado es una ofensa a nuestro Dios. El pecado le provoca, le ofende gravemente, hace que su santo carácter se encienda en ira contra el ofensor. ¿Puedes tú azuzar un nido de avispas, sin esperar que ellas te ataquen furiosamente? ¿Acaso no huirás para librarte de sus picaduras? Pues con mayor razón deberías considerar el inminente peligro en que te encuentras si te atreves a azuzar la ira de Dios.
  • El pecado ofende a Dios y afrenta su precioso nombre. Piensa en eso tú que profesas conocerle. Cuando pecas delante de los demás, acarreas deshonor y vergüenza al nombre Bendito. ¿Te atreves a injuriar así al Señor? ¿Crees que no habrá consecuencias para los burladores? Esto fue precisamente lo que hizo Sansón y ahora los filisteos se mofaban de él y de Dios.
  • Sin embargo las cosas no quedarán así. Dios aun en medio de esta situación tan degradante para su pueblo, y aun en la vergüenza de Sansón, va a cumplir su propósito. Ellos no se dan cuenta de que Dios ha colocado a su instrumento en el templo de Dagón mismo, donde podrá hacer el mayor daño posible, no solamente al enemigo opresor sino también al culto del dios falso.
  • Los filisteos pensaban ¿Cómo se podrá defender el Dios de los hebreos? Dios no necesita presentarse personalmente ante ellos para demostrar su infinito poder. ¡Aquí es donde Dios usará la vida rebelde del juez caído en desgracia! Dios vencería a Dagón no con el Sansón poderoso sino con el Sansón esclavo y ciego, para que toda la gloria recaiga en sí mismo.
Ahora bien en tercer lugar quiero decirte que:
III.- Tú debes arrepentirte de tus pecados, reconociendo que el pecado nos humilla.
Contemplemos la siguiente escena. El juez de Israel siendo la burla de sus enemigos.
    Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
    Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas.
    Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón. Jueces 16:25-27. 

* Imaginemos toda la clase de insultos y vergüenzas a las que habría de ser expuesto Sansón. Puedo imaginarlo ahí, vestido con harapos y asegurado con cadenas en sus manos y pies como si fuera una bestia salvaje. Sus enemigos juegan con él, lo patean y huyen mientras las risotadas se dejan escuchar por todo el edificio; hacen mofa de su ceguera, quizá le golpean la cabeza y escupen su rostro. Alguien más pregunta “¿Es este pobre infeliz el que mató a mil filisteos con una quijada de asno?”, luego le hunde un puño en el abdomen haciendo que el pobre Sansón caiga de rodillas sin aliento. Antes hubiera despachado a sus burladores de un solo golpe, pero ahora, sin la ayuda de Dios no es más que una pobre piltrafa humana. ¡Cómo han caído los valientes de Israel!
* El juez de Israel servía de burla a sus enemigos en lugar de inspirarles respeto. En vez de reconocer en Sansón a un siervo de Dios, los filisteos lo miran como un hipócrita. Ellos no miran a un hombre consagrado a Dios, ellos ven a un torpe falto de entendimiento que se dejó seducir fácilmente por el pecado.
* Definitivamente, Sansón no les inspira respeto sino desprecio y mofa. El testimonio de Sansón no era el de un hombre de Dios sino el de un hipócrita. Así que ¿De qué les puede servir ahora la vida de Sansón? Él es ahora un juguete en las manos de los filisteos.
  • Así queda el hombre que profesa la fe, pero que no se comporta como un verdadero creyente. En lugar de que su vida sea de ejemplo y de buen testimonio, se convierte en el hazme reír de la gente, cuando intenta testificar de Jesucristo su testimonio no inspira respeto al Señor, sino una verdadera vergüenza.
  • ¿Cuántos de ustedes hermanos mantienen un buen testimonio entre sus vecinos? ¿qué pueden testificar los no creyentes acerca de usted? ¿Es su vida un ejemplo genuino de lo que Jesucristo hace en el corazón de un hombre o es una vergüenza para el evangelio?
  • Consideren cuánta desgracia vino a la vida de Sansón. Aquel que tantas veces jugó con el pecado, ahora es juguete de sus verdugos. Queridos hermanos y amigos, el pecado no deja nada bueno en las vidas de quienes lo practican. Ustedes pueden ignorar estas advertencias, pueden aventurarse y jugar con el pecado, pero sepan que tarde o temprano sus pecados los alcanzarán y serán la burla de todo el mundo, servirán de refrán para otros y serán la comidilla entre los chismes de lavadero.

Díganme,  queridos amigos, si desean terminar de esta manera. Díganme ahora si desean terminar como simples juguetes en las manos del diablo, siendo la burla de los demás.
Por lo tanto les digo:

IV.- Tú debes arrepentirte de tus pecados, reconociendo que solo la gracia de Dios puede ayudarnos. (v.v. 26 y 27)
¿Qué hizo Sansón en medio de su burla y escarnio? Mira lo que sigue diciendo la palabra de Dios.
Jueces 16:28 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo:
Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.

* Vemos que, en medio de su gran tragedia, Sansón clamó a Jehová. Sansón se acordó del Señor y clamó en oración. Una oración que a mí en lo personal me causa infinita ternura, y me siento claramente identificado con él cuando dice: “Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios…
* “Dios mío, dame tan solo una oportunidad más por favor. Oh Dios de mi salvación, ten piedad de mi alma solo una vez más”.
* Sansón  anhelaba ahora la gracia de Diosen ese momento estaba reconociendo sus pecados y su ingratitud, y el hecho de que en el pasado no había sabido valorar la misericordia divina. Ahora este pobre y débilitado Sansón solo esperaba que el Señor se compadeciera una vez más y ya. Una sola oportunidad más para cumplir el propósito de su vida, libertar a Israel y silenciar a aquellos que le humillaban y se burlaban del nombre de Jehová.
* Es quizá esta parte de su oración la que me hace llorar, ¿por qué? Por qué me he preguntado ¿cuántas veces yo mismo inconscientemente pronuncié una oración similar? ¿Y cuántos de ustedes no lo han hecho también? ¿Cuantas veces no le han dicho al Señor “ten piedad de mí, padre mío, solamente una vez más”?
* ¡Cómo quisiera yo que muchos de ustedes vinieran con lágrimas reconociendo sus pecados y pidiendo a mi Señor “Dios mío por favor, dame una oportunidad más”!
* ¿Y sabe que es lo maravilloso y sorprendente del amor de Dios? Es que nosotros vamos solo por una oportunidad más, y sin embargo Dios no nos trata con mezquindad. Dios nos da de su misericordia de manera abundante, Él abre su precioso corazón y nos sorprende otorgándonos el perdón en su amadísimo hijo Jesucristo. Dios nos perdona, no porque nosotros lo merezcamos sino a pesar de no merecerlo.
* Escuchen queridos amigos y hermanos: Dios nos perdona si nos volvemos arrepentidos y suplicantes a su Hijo Jesucristo.
* ¡Por tanto vengan al Señor Jesucristo! Vengan reconociendo sus pecados y su ingratitud para con el Dios que les creó. Vengan suplicando al Señor una oportunidad más, y les aseguro que encontrarán gracia abundante mucho más allá de lo que se imaginan.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7)

* ¿Acaso no es hermoso darnos cuenta de que el Señor puede perdonar nuestros pecados y darnos una nueva oportunidad? Entonces ven querido amigo, ven a tu Señor y hallarás el perdón de tus pecados.
¡Vengan los sedientos y hallarán paz y perdón en los fuertes brazos del Bendito Hijo de Dios!

Pero no solamente veamos que Sansón oró. Sansón también puso su fe y confianza en Dios. Luego el texto nos dice:
Jueces 16:29 Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra.
* Entonces Sansón actúo con fe. Él creyó que Dios le había escuchado y confió en que Dios es noble y bondadoso. Ahí, donde el pecado había apretujado su cuello y sus manos con cadenas, Sansón creyó que Dios lo liberaría de su aflicción. 
* Y de hecho es este pequeño acto de fe la causa por la cual Sansón, a pesar de sus contradicciones, es mencionado en el salón de los hombres de fe en el capítulo once del libro de Hebreos; porque en el momento más oscuro de su vida se arrepintió de sus impiedades, porque en el momento de su desdicha puso su fe en Dios, y encontró fuerzas en medio de su debilidad. ¡Dios se agrada de aquellos que ponen su fe y confianza en él.
* Tú también puedes hacer exactamente lo mismo, ven y pon tu confianza en Dios, ven y confía en que si te arrepientes de tus pecados y confías en Jesucristo, él podrá perdonarte. Jesús limpiará tu alma, él borrará toda huella de pecado y te dará nuevas fuerzas. ¡EL Dios que tuvo piedad de Sansón, también puede compadecerse de ti!
Solo necesitas creer en él. Como esta escrito:
Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”. 
Hechos 16:31.

* Cree en sus palabras de amor y perdón para tu alma. Cree que él puede hacer de ti un hombre nuevo. Cree que él esta dispuesto a sepultar tus pecados en lo profundo del mar. Ven a sus hermosos pies y derrama tu alma delante de él, te llevarás una grata sorpresa; te encontrarás cara a cara con el inmenso amor del Hijo de Dios quién te dará, como a Sansón, nuevas fuerzas en medio de la debilidad.
* A partir de ese momento todo cambió. Sansón ya no sería un esclavo nunca más, Sansón podía finalmente cumplir con la misión para la cual nació. Empezar la liberación de Israel. (“Y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos”. Jueces 13: 5)

Jueces 16:30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.
* Sabiendo que Dios le había escuchado, Sansón no tenía nada que temer. Si él había fracasado anteriormente en su misión de libertar a Israel, ahora ya no sucedería más. Aunque sabía que le costaría la vida, Sansón estaba en paz. Lo que no habían logrado las palabras de sus padres, lo que no habían logrado la vergüenza y el dolor de la traición de las mujeres a las que amó, lo había logrado el Señor otorgándole arrepentimiento y perdón en aquel precioso momento de fe. Por eso el Espíritu Santo no se avergüenza de concederle un pequeño lugar entre los héroes de la fe.
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Hebreos 11:32.


Conclusión.
  • Sí, yo sé que la vida de Sansón no es digna de los mayores elogios y que no es precisamente un modelo de virtud, pero necesitamos comprender que las flaquezas y debilidades de Sansón son un reflejo de nuestras propias faltas, que no hay nada digno en Sansón mismo, ni tampoco lo hay en nosotros.
  • Que Dios es el héroe de la historia y que él muestra su amor, su piedad y su misericordia en la vida de hombres pecadores, ofreciéndonos su perdón. Que Dios no espera que nosotros podamos pagar por todo lo que ha hecho por nosotros, que él se agrada de nuestras pobres almas cuando ponemos nuestra fe en Él y en su Hijo Jesús.
  • Por eso te pregunto: ¿Ha sucedido ya? ¿Has visto la bondad de Dios para contigo? ¿Has hallado la paz en Jesucristo el Bendito? Si así es entonces compártelo con los demás y no dejes de contactar a un servidor para que pueda gozarme contigo. Tu amigo en Cristo: José Antonio Portador.
Que Dios te bendiga.



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