miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿Has cambiado tu vida vieja por la nueva vida en Cristo?

La nueva vida en Cristo.
(Efesios 4:17-24).

Vivimos en un tiempo en que dentro de las iglesias existen una gran cantidad de personas que profesan ser cristianas pero cuya fe es una mentira, personas que siguen en sus mismas actitudes por el pecado y que están viviendo una doble vida (dando una cara amable en la iglesia pero otra muy distinta fuera de ella). Ellos creen que están bien solo porque alguna vez hicieron una profesión de fe, pero nunca se detienen a considerar el hecho de que están viviendo una mentira. Ante esta situación tan generalizada es difícil saber a simple vista quienes realmente son cristianos y quienes están fingiendo solamente, y peor aun quienes han llegado a creer su propia mentira pensando que son salvos sin serlo. La evidencia de la salvación es una vida nueva, una vida transformada por Cristo. ¿Has cambiado tu vida vieja por la nueva vida en Cristo?

En una película que trata sobre los horrores del holocausto Nazi. Hubo una escena que llamó mucho mi atención. Era sobre un sobreviviente judío, quien había logrado esconderse entre los escombros y estaba en espera de que el ejército ruso entrara a la ciudad para poder ser liberado. Cuando por fin esto sucedió el pobre hombre se acercó hacia unos civiles, quienes huyeron de él gritando “Un soldado alemán, un soldado alemán” Los rusos al oír esto abrieron fuego contra él. Desesperado el pobre hombre corrió a esconderse de nuevo, mientras los militares rusos le seguían disparando.
- Salga de ahí le gritaban.
- No disparen, no disparen soy judío, soy polaco. Contestaba el otro. Cuando finalmente le permitieron salir de su escondite sin hacerle daño, le preguntaron.
- ¿Si eres judío? ¿Por qué traes ese abrigo?

A causa del frío aquel sobreviviente judío traía puesto encima el abrigo de un oficial del ejército Nazi. Esto había provocado que los rusos le confundieran y estuvieran a punto de matarle. Para evitar el incidente aquel hombre debía haberse despojado primero de su abrigo. Lo mismo sucede hoy día, muchas personas profesan ser cristianas pero siguen viviendo de acuerdo a su vida vieja, tienen el atuendo del viejo hombre, de tal manera que no se nota en ellos una diferencia entre el antes y después de profesar su cristianismo. Por tal motivo deseo que entiendan, que el cristianismo es un llamado a una vida nueva, la vida vieja se debe quedar atrás, y en adelante la constante en nuestras vidas debe ser la búsqueda de una vida limpia y santa, sin relación con nuestros antiguos pecados.
Porque Dios nos llama a dejar la vida vieja de pecado, Tú debes andar en vida nueva”.

Y como primer punto tenemos lo siguiente.
I.- Tú debes andar en vida nueva porque el Señor nos ordena abandonar la vida vieja de pecado.
(vv. 17-19)
Mira lo que dice el texto:
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”. (v. 4:17)
El apóstol Pablo llama a los creyentes a no vivir más como el resto de las personas que no conocen a Dios. Así que en un ejercicio de honestidad debes preguntarte, con sinceridad, ¿Tu vida es diferente al resto de las personas que no conocen a Dios? ¿tus anhelos en la vida son distintos a los de los jóvenes que te rodean? ¿Cómo saberlo? El apóstol Pablo define cómo es la vida de aquellos que no conocen a Dios.
  1. Los hombres sin Dios andan con la mente vana. (vv. 17-18)
En primer lugar el apóstol Pablo nos dice que los no-creyentes andan con una mente vana. Es decir con una mentalidad hueca, que va tras las modas y tendencias superficiales de la vida. La gente que no conoce al Señor no tiene en orden correcto las prioridades de la vida, ellos le conceden un gran valor a lo que no lo tiene. Esto era una realidad entre los hombres de los tiempos del apóstol Pablo pero desgraciadamente es una terrible realidad también en nuestros días.
A veces me sorprendo mucho al ver lo que la gente escribe cuando llena sus perfiles en las páginas de redes sociales, como Facebook o Twitter. A continuación enumero algunas de las que más me han sorprendido.
* Cosas sin las que no puedo vivir: “mi cel, mi ipod y un frapé”
* Ejemplo a seguir: Justin Bieber.
* Película de comedia: Una película de huevos.
* Un hobbie: pasar el fin (de semana) con mi amigovio.

Hasta aquí nadie podría tomarse estas cosas en serio pero los comentarios continúan.
* El libro qué más te haya cautivado en la vida: “My Kampf”. (“Mi lucha” Libro escrito por Adolf Hitler)
* Una serie: Family guy. (Una serie de dibujos animados que expone lo peor de la cultura norteamericana. Uno de los personajes favoritos del público es Stewie, un bebé con tendencias homosexuales)
* Una canción: The end, del grupo The Doors. Dicha canción contiene una parte que hace referencia al mito de Edipo. Cuando John Morrison la cantaba solía taparse los ojos y luego exclamar:
- Padre.
- Si hijo, contestaba él mismo.
- Quiero matarte.
La segunda línea es aun peor, ahí Jim Morrison exponía su deseo “deshonrar” a su madre, mientras sonreía burlonamente. Desgraciadamente es este tipo de cosas las que están en la mente de aquellos que no conocen a Dios. El hombre tiene una mente vana y un pensamiento entenebrecido en donde el conocimiento de Dios y su respeto hacia él y al prójimo brillan por su ausencia.

  1. Los hombres sin Dios andan con el corazón endurecido. (V. 18)
Aparte de tener una mente vana, el apóstol Pablo muestra que los hombres sin Dios están ajenos de la vida de Dios, por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.
Algunos podrían argumentar entonces que el hombre es malvado y vano, pero también inocente, pues su vanidad es debido a su ignorancia de las cosas de Dios; sin embargo, es importante señalar que dicha ignorancia no es porque Dios no le haya revelado su palabra a la humanidad, sino que la razón por la cual el hombre vive sumido en su ignorancia es porque él ha endurecido su propio corazón. ¡Es porque vez tras vez han escuchado el mensaje de salvación y vida eterna en la persona de Jesucristo de Nazareth, pero ellos han decidido darle la espalda! Así que más que inocente el hombre es culpable por rechazar al Hijo de Dios y decidir voluntariamente permanecer en ignorancia espiritual.
En cierta ocasión, una persona a quién yo le testificaba me dijo “yo prefiero no saber nada de la Biblia” Entonces al preguntarle cual era la razón de dicha actitud él me respondió: “es que yo pienso que si no sé nada de la Biblia voy a tener menos culpa cuando esté delante de Dios”
Pero yo os digo, no penséis que vuestra ignorancia os hará inocentes delante de Dios, antes bien esto les acarreará mayores culpas, pues el que rehúsa creer en el hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)
Contrario a lo que muchos piensan, la ignorancia no les hace menos culpables sino que los arrastra a una condición peor. Es interesante saber que la palabra griega que el apóstol Pablo usa para describir la dureza del corazón del hombre es “porosin”, la cual indica un endurecimiento de la piel que surge por una constante de fricción. Es decir una callosidad. Lo cual concuerda muy bien con el siguiente versículo:
Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”. Efesios 4:19
El hombre al rechazar, vez tras vez, la revelación del evangelio de Jesucristo se va haciendo cada vez más insensible; la callosidad de su corazón le hace insensible al pecado y su insensibilidad lo arrastra para hundirse en pecados que se van haciendo más y más vergonzosos.

Hace tiempo estuve en un funeral, era de un joven que se había suicidado. La familia lloraba desconsoladamente y no podían dar crédito a lo sucedido. Se preguntaban qué era lo que pudo motivar a su querido hijo a escapar por la puerta falsa. Él era un “muchacho normal” iba a los antros de vez en cuando “como todos los demás” y sí, ciertamente tenía algunas amistades que no les inspiraban confianza, entre ellos un joven homosexual, pero “nada fuera de lo normal”, algunas veces no llegaba a dormir a casa, pero nada de qué preocuparse. Cuán terrible fue su sorpresa cuando días más tarde encontraron una nota en la que el joven declaraba que se suicidaba porque no podía vivir sin “el amor su vida” que era precisamente aquella amistad homosexual que no era “nada fuera de lo normal”. ¿Padres de familia han considerado en que caminos andan vuestros hijos? ¿Están seguros que no andan siguiendo la vanidad de este mundo? No esperen a verles muertos para empezar a preocuparse.

¡Qué tristeza me produce mencionar estas cosas! pero queridos hermanos y amigos lo hago por su bien, porque deseo que abran los ojos a la verdad y escapen de su propia perdición! por eso te instó a ti que vives lejos de Dios:
* Ven a una vida nueva, abandona esa vida de pecado terrible que llevas.
No importa cuanto sientas que te has hundido en el fango del pecado, si vienes arrepentido a los pies de Jesucristo todos tus pecados serán perdonados.
No importa si te sientes indigno delante de Dios, Él te ofrece salvación y vida eterna. Si vienes dolido por tus pecados y deseas dejar atrás esa vida de pecados, Él te ofrece su perdón.
Dios tiene una vida nueva para ti, una vida limpia. Él te ofrece un nuevo caminar: ¡Una vida libre de pecado en su amado Hijo Jesús de Nazareth! Como está escrito:
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)

II.- Tú debes andar en vida nueva porque esa es la característica de un verdadero creyente. (vv. 20-21)
Ahora quiero referirme a ti querido amigo, tú que te llamas a ti mismo “cristiano” pero que vives como los hombres del mundo, tú que “has aceptado a Jesucristo como tu salvador” pero que también gustas de visitar los antros de vicio, como “algo normal" igual a los otros jóvenes de tu edad. Tú que los sábados andas metido en borracheras, pero el domingo estas ahí, puntual a las puertas del templo. Tú mi querido amigo te estás engañando a ti mismo. Si en verdad eres cristiano deberías andar en vida nueva, porque un verdadero creyente no aprendió tales maldades de Jesucristo. Mira lo que Pablo escribió en los siguientes versículos.
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” (v. 4:20)
Es claro que esta carta está dirigida a creyentes; sin embargo, no quiero que pases por alto lo que el siguiente versículo agrega:
Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús”.

Tú dices que eres salvo porque oraste una oración al final de algún folleto, o porque en tu Biblia anotaste la fecha en que aceptaste a “Cristo en tu corazón” ¿Pero sabes cuál es el problema? Si tu vida no está cambiando, si no estás andando en santidad, si sigues viviendo en tus pecados de siempre, lo más seguro es que tú no seas un verdadero creyente.
La razón por la que Pablo después de describir las maldades del hombre sin Dios, dice “Mas vosotros no habéis aprendido a sí a Cristo” Es porque desea marcar un claro contraste entre la vida del creyente y la vida del incrédulo. Así que si tú profesas que Jesús es tu Señor pero tu vida no ha cambiado en nada, si sigues en borracheras, blasfemias, adulterios, fornicación, pornografía, etc. ¿dónde está el contraste que debería haber en tu vida?
Querido amigo, la salvación no es una simple oración al final de un folleto, no es que simplemente acudas a alguna iglesia y des tus diezmos. La salvación es una obra sobrenatural, de tal manera que el pecador se acerca profundamente arrepentido a los pies de Jesucristo, y en un momento maravilloso, Dios obra en él la salvación. El hombre que es salvo sabe que no es el mismo, Dios le trasformó, Dios le regeneró y esa es la razón por la cual su vida empieza a cambiar. Como está escrito:
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)

En tercer y último lugar.
III.- Tú debes andar en vida nueva porque Dios desea que atiendas las enseñanzas que él nos ha dado.
Ahora el apóstol Pablo retoma sus palabras y nos enseña:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” Efesios 4:22-24.
Algunos estudiosos señalan que lo descrito en estos versículos no son imperativos. Es decir no son órdenes dadas al creyente. Estamos de acuerdo con esa postura, pero eso no significa que el creyente tiene licencia para vivir en la maldad. Lo que Pablo esta haciendo aquí es tomar una metáfora del vestir y desvestirse de la ropa, para describir lo que debe ser en la vida de los creyentes, aquellos que hemos aprendido de Cristo. Y lo expresa de la siguiente manera:

A).- Despojados del viejo hombre. El hombre que viene al Señor Jesucristo es despojado de los harapos del pecado. Dios mismos se encarga de quitarle esas vestiduras viles y le da nuevas ropas. Aquel que era un borracho maldiciente, pendenciero e irresponsable; viene a ser un querido hijo de Dios, un hombre nuevo, sobrio. Tal transformación ocurre de verdad cuando Dios salva al hombre.
Se cuenta la historia de un hombre terrible, en algún poblado de China. Él era el azote del pueblo, fumaba opio y era extremadamente violento, tanto que aun sus enemigos le temían, pero un día escuchó el maravilloso evangelio de Jesucristo de Nazareth y Dios trasformó su vida totalmente, de pronto, aquel ya no era un ladrón drogadicto que andaba tambaleándose por las calles, ahora era un hombre limpio y sobrio que iba a la iglesia con su Biblia bajo el brazo, su cambio fue tan radical que todos en el pueblo quedaron maravillados. Un día un misionero llegó a ese poblado y queriendo compartir el evangelio preguntó a un pueblerino ¿Alguna vez ha oído usted el evangelio? Entonces el interrogado contestó. No, pero he visto el evangelio. La vida de aquel hombre había impactado tanto a la comunidad que no había necesidad de palabras, la gente miraba en aquel ex-ladrón y drogadicto lo que el evangelio de Jesucristo es capaz de hacer en la vida del más terrible de los pecadores. ¿No te gustaría que tu vida también fuera transformada?

B).- Renovados en nuestra mente. Asimismo cuando Dios salva a un hombre también renueva su mente. La mente carnal y malvada se aleja de nosotros y recibimos la mente de Cristo. (1Corintios 2:16). Ahora podemos indagar en la palabra de Dios y tenemos la capacidad para discernir las cosas espirituales. Tal es la condición de los hombres renovados en Cristo. Esto marca un gran contraste con los perdidos. Ellos andan en la vanidad de su mente, ocupándose de cosas sin importancia, en tanto que el creyente tiene sus prioridades en orden, él considera que Jesús es lo más importante en su vida.
Querido amigo. Tú necesitas ser renovado en tu mente por el poder de Dios. Lo que tú creas acerca de Dios determinará tu destino por toda la eternidad. Si en este momento Dios esta abriendo tu entendimiento y comprendes que necesitas a Jesucristo, no tardes más. Ven suplicante al Hijo de Dios, no temas lo que tus amigos podrían pensar acerca de ti, ellos andan en la vanidad de su mente pero tú debes poner en orden tus prioridades, no dejes escapar la oportunidad de encontrar la salvación y una vida nueva en Jesucristo.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que esta cercano”.
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)

C).- Vestidos del nuevo hombre.
Y en este último inciso, déjame decirte que en Jesucristo podrás ser revestido en un hombre nuevo. Esa es la vida que Jesucristo promete a los que vienen a él.
- No importa cuán bajo pienses que hayas caído, no importa cuánto tiempo anduviste viviendo en las tinieblas.
- No importa cuanto el pecado haya puesto sus horribles garras sobre ti. Dios promete hacer de ti un hombre nuevo, una mujer nueva. Él perdonará tus pecados, limpiará tu alma con agua limpia y enjugará toda lágrima de tus ojos.
- A ti que estás agobiado por tus maldades, a ti que te persiguen los horribles recuerdos de tu pasado, a ti que anhelas suplicante el perdón de tus pecados, a ti que estás arrepentido de tu maldad, Jesucristo te llama diciendo “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar”. Así que ven, deja tus cargas en los fuertes hombros del Señor. No temas lo que los demás opinen sobre ti. Para Dios ya no serás más un borracho, un homicida, una hija que causa vergüenza o un ladrón, para Él ahora serás un hombre nuevo, una mujer nueva. Él quitará tus ropas viejas y te dará nuevas vestiduras para sentarte en los lugares celestiales al lado de su querido Hijo Jesús de Nazareth.

Conclusión:
Se dice que el famoso filósofo francés, Voltaire se dio cuenta de que uno de sus amigos el doctor Samuel Clarke siempre pronunciaba el nombre “Dios” con un aire de contemplación y de gran respeto. Extrañado por esta solemne actitud Voltaire le preguntó:
- ¿Por qué usted siempre menciona con tanta reverencia el nombre de la Divinidad?
-Insensiblemente me he acostumbrado a hacerlo así, a causa de mi larga amistad con el señor Newton, respondió seriamente Samuel Clarke. Entonces Voltaire agregó:
-Esta costumbre, en verdad, es una que todos los hombres deben tener.
La vida limpia y santa de Sir Isaac Newton, descubridor de la ley de gravedad, había impactado tanto la manera de pensar de las personas incrédulas con las que hablaba; que aun en su ausencia, cuando mencionaban a Dios lo hacían con tanta reverencia. Qué nuestra vida nueva en Cristo pueda tener el mismo impacto. Dios les bendiga.



¿Has cambiado tu vida vieja por la nueva vida en Cristo?

La nueva vida en Cristo. (Efesios 4:17-24). Vivimos en un tiempo en que dentro de las iglesias existen una gran cantidad de person...